“Buenos días,
Ante todo pedirte disculpas por no recibirte personalmente, pero tuve un día muy complicado y no me fue posible.
Darte las gracias por tu esfuerzo y dedicación en la jornada de ayer. Me han comentado mis compañeros que fue un acto muy emotivo donde nuestros alumnos disfrutaron en cada momento.
Como anécdota te puedo comentar que nunca había visto tantos niños con un libro en el recreo.
Gracias de nuevo.”
Este es el email que he recibido esta mañana de la Jefa de Estudios del Colegio Sagrada Familia de Jorge Juan donde estuve ayer.
Me encanta porque refleja la realidad, sin trampa ni cartón, del día a día de un colegio. Me hago cargo de lo que puede llegar a ser un día “complicado” para una Jefatura de Estudios en un centro que acoge alumn@s desde Infantil hasta Bachillerato. Me hago cargo aunque estoy convencida de que “la realidad supera a mi imaginación”.
En el email me agradece mi esfuerzo y dedicación por eso (y aprovechando la coyuntura) quiero agradecer también el esfuerzo y dedicación de todos los profesores que deciden, además de asumir su trabajo habitual o “rutinario”, lanzarse a la piscina de nuestro proyecto para hacer algo diferente con sus alumnos.
Y sobre la anécdota que me comenta…no es que me la imagine…he tenido el placer y la satisfacción de ver esa imagen tantas veces en tantos centros, que no concibo la idea de que ningún niño “se olvide” ese día su libro en el aula. Es “la comidilla del día” porque no se habla de otra cosa.
Como estoy convencida de que así ha ocurrido hoy también en el colegio Escuelas Pías de San Fernando (más conocido como Escolapios) donde nos aguardaban un centenar de alumnos de 6º de Primaria dispuestos a recibir sus ejemplares de regalo.
Ellos decidieron colaborar con la Fundación Itaka y además fueron ellos los que decidieron a qué proyecto concreto destinar el dinero recaudado con la venta de los libros. Siendo conscientes de que para estudiar, jugar y tener ganas de vivir es muy importante sentirse bien físicamente; escogieron destinar su donación a financiar becas de comedor de niños y niñas cuyos familias no pueden afrontar su pago.
Uno a uno hemos ido leyendo el título del cuento que escribieron en su día y, aunque he tenido que sacar en un par de ocasiones el “dedo mágico” de las madres…
finalmente todos han respetado el turno de sus compañeros con un único aplauso (¡PLAS!) para, una vez entregados todos, finalizar con muchos (¡PLAS, PLAS, PLAS!).
Aquí os dejamos la foto de familia y sus preciosas portadas:
Mañana nos esperan los alumnos de 5º del CEIP Infanta Elena que, por sexto año consecutivo, colaboran con nuestro proyecto en favor de la Fundación Menudos Corazones.