El sonido de una ola no puede explicar el mar.
Cuatro libros: el mismo formato, las mismas medidas, el mismo grosor de página, la misma estructura pero cada uno único y diferente.
Si juzgáramos a estos libros a la vista de sus portadas echándoles tan solo un rápido vistazo, podríamos llegar a pensar que tres de ellos son idénticos…
Si juzgáramos a estos libros por sus contraportadas, sin lugar a dudas afirmaríamos que son iguales.
Esomismo ocurre muchas veces con las personas. Las juzgamos solo por una de sus facetas de su vida o incluso por un solo instante vivido en uno de sus días.
En primer lugar ¿por qué juzgar? ¿No nos basta con aceptarlas tal y como son? ¿Por qué nos comportamos con los demás como no queremos que lo hagan con nosotros…o acaso nos gusta ser juzgados…?
Todos podemos tener un mal día. Todos podemos pasar por un mal momento. Todos podemos perder los nervios, gritar, llorar, menospreciar, atacar, culpar…en un momento determinado. Pero nosotros, nuestra esencia, no somos tan solo “ese momento”.
Por eso, como en los libros, hay que ahondar en las personas para “leer” su interior. Cada capítulo de su vida nos dirá algo más de su “verdadero ser”, cada página, cada letra, cada pequeño detalle…
No permitamos que “el momento” vivido por una persona nos impida disfrutar de ella el resto de nuestra vida.
Si un árbol se dejara destruir por el frío invierno perdería la promesa de la primavera, la belleza del verano y la calidez del otoño.
Sólo el que persevera encuentra un mañana mejor.
Como el mañana que los alumnos de 6º de Primaria de Las Escuelas Pías de San Fernando (Escolapios) desean para los niños y niñas de La Puya. Niños abandonados a su suerte con un futuro muy poco prometedor pero que se aferran a la vida con uñas y dientes. Niños que con muy poco son felices ¡pero felices de verdad! porque el que ya tiene todo perdido ya solo le queda ganar. Niños que con tan poco conocen muy bien el significado de compartir y de ayudarse y cuidarse los unos a los otros.
Noelia, tutora de 6º C, hoy mismo comentaba lo siguiente con su compañera Mª Carmen, tutora de 6º B:
“¡Qué poco nos cuidamos las personas las unas a las otras!”
Hoy, este momento, es el mejor para comenzar a ser la persona en la que siempre quisiste convertirte porque aunque no lo sepas, está dentro de ti. Sólo tienes que dejarla salir.