LOS PEQUEÑOS DETALLES EDIFICAN VIDAS ENTERAS

-¡Hasta aquí, que me quedo sin comer! Podríamos estar otras dos horas más…– me dice Jani mientras me da un último achuchón y echa a correr camino del comedor del CEIP Gonzalo Fernández de Córdoba.

– ¡Madre mía, las dos y cuarto ya! Como no me dé prisa llegan mis hijos a casa a comer antes que yo – le digo mientras sigo de pie, en mitad del hall del colegio, sin poder creer que hayan pasado dos horas desde que comenzamos a despedirnos…

Seguro que alguna vez os ha pasado. Quedáis para tomar un café con una amiga o salís a cenar con unos amigos y el tiempo que dedicáis en despediros a pie de calle, a veces corre el peligro de convertirse en la segunda cita del día.

Es lo bueno y lo “peligroso” que tiene este proyecto, que me sirve en bandeja a personas maravillosas, desprendidas y generosas…personas que me abren su corazón para cerrarlo siempre con un gran abrazo de los que te alargan la vida. Y claro…¿así cómo encuentras el momento para “cortar”?

Son personas que, como Jani, pasan por la vida pisando fuerte, personas que disfrutan pensando en cómo sorprender a un ser querido, que prefieren pasarse antes de no llegar, que piden perdón antes que pedir permiso, que se lanzan a la piscina sin dudarlo, personas que invaden espacios con abrazos espontáneos aunque no se los hayas pedido…

Este proyecto me acerca a personas que crean momentos inolvidables, a las que ponen pasión y su sello personal en todo lo que hacen, a las que se arriesgan a tirar sabiendo que pueden errar el tiro, personas con iniciativa, que siempre tienen una palabra amable que regalarte, que se alegran de tus logros y te lo dicen abiertamente, personas que se ofrecen a tirar del carro voluntariamente y que con sus pequeños detalles edifican vidas enteras…pero cuidado

…Porque hay quienes no lo perciben, hay quienes no son capaces de ver el esfuerzo por parte de otras personas por hacerles la existencia más fácil, por aportar luz en esos días oscuros y por desenredar nudos donde solo hay madejas. Hay para quien estas personas pasan desapercibidas.

Por eso es importante reconocer el papel de las personas que tienen la valentía de salir como voluntarios cuando los demás se quedan sentados, de hablar cuando los demás se quedan callados, de hacer cuando los demás se quedan de brazos cruzados…porque si no las valoramos corremos el riesgo de que su luz se apague, de acostumbrarnos a sus buenas acciones, de darlas por sentadas convirtiendo peticiones en exigencias.

Corremos el riesgo de que esas personas acaben deshilachándose como una tela que no puede dar más de sí. Porque aunque sean personas de una gran fortaleza y mucha fuerza de voluntad… pueden acabar rompiéndose. Se volverán a recomponer, de eso no me cabe la menor duda pero ya no volverán a ser las mismas de antes. Por eso hay que cuidarlas y saber valorarlas.

CEN con C me regala año tras año la oportunidad de conocer a este tipo tan especial de personas que habitan en los docentes y miembros de las causas solidarias con las que colaboramos. Y porque sé lo valiosas que son, trato de cuidarlas y valorarlas por todo lo que han aportado (y siguen aportando) a mi vida.

De modo que hoy puedo decir que ha sido un gran día. Y no solo por el ratito compartido con Jani, que ha sido revitalizante. También por la sesión que he tenido con los alumnos de 5 años y sus profes y los de 3º de primaria del CEIP Gonzalo Fernández de Córdoba.

Por imprevistos de última hora desde ASFAPE (Asociación de Familias con Perthes) me dijeron que iba a estar complicado que pudiera acercarse al colegio algún miembro de la asociación para hacer la visita de sensibilización. Sin problema. Las marionetas son siempre mi plan B cuando se trata de niños de infantil. Los gritos avisando al pirata Garrapata de que el cocodrilo andaba cerca los han debido de oír en todo el colegio…

Nos lo hemos pasado tan bien que, al salir, una de las niñas se me ha acercado y me ha dicho:

-Pero que cortito ha sido, yo quería más…

Esas palabras, creedme, valen su peso en oro.

Para hablarles sobre la enfermedad de Perhtes, entre Mª José (madre de “Adri” y alumno de 3º de Primaria con Perthes) y una servidora hemos construido un cuento que a los chic@s les ha encantado. Hasta el punto que un alumno de 3º me ha preguntado si el cuento era verdad o mentira…bueno, como todo en la vida…todo depende del color del cristal con el que lo miras…

Todos los niños han coincidido después de escuchar el cuento sobre el señor Perthes que era un señor muy, muy, muy pero que muy feo.

-Ya..pero ¿cómo de feo? – ha preguntado una niña de cinco años.

-¿Queréis que lo dibujemos en la pizarra? –les he preguntado.

Dicho y hecho. Aquí lo tenéis.

Con los alumnos de 3º de primaria he tenido que poner en práctica una táctica diferente. Engancharles con las aventuras y desventuras de mi hijo Marcos. Pero también han puesto especial atención en el cuento sobre el señor Perthes…ese señor tan feo al que no le gusta que los niños hagan ruido y por eso les visita. ¿Cómo? Pues haciendo toooodo lo posible para que la sangre deje de circular en la zona cercana a la cabeza del fémur de los niños. Al poco tiempo, una parte de la cabeza del fémur cae enferma, se inflama y el niño al sentir dolor deja de correr y saltar.

Pero el cuento tiene final feliz.

El cuerpo humano es tan sabio que él solo comienza a construir una nueva cabeza para el fémur. Este proceso suele durar de 2 a 6 años. Durante ese tiempo los niños con Perthes no pueden correr, ni saltar ni jugar. Pero sí pueden nadar y montar en bici para fortalecer los músculos.

Pasados esos años los niños con Perthes se recuperan y recuperan también el tiempo perdido corriendo, jugando y saltando SIN PARAR.

Y mientras ese día llega, todos los niños con Perthes se levantan cada mañana pensando que YA QUEDA UN DÍA MENOS para no parar.

Mañana nos vamos tempranito hasta Manzanares el Real y desde allí a Colmenar Viejo…esperamos no encontrar nieve por el camino…

6 thoughts on “LOS PEQUEÑOS DETALLES EDIFICAN VIDAS ENTERAS

  1. Un segundo al lado de una persona con la que estás cómodo y a gusto, efectivamente no tiene precio.
    De la misma forma un segundo es una eternidad cuando mentalmente echas cuentas del tiempo que falta para levantarte e irte a comer.
    Suele pasar muy a menudo.
    Nunca en el ambiemte de hadas en el que te mueves.
    Un abrazo.

  2. Nunca dejas de sorprenderme, cada cuento, cada libro es maravilloso.
    Tan maravilloso como tú trabajo

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