Lo que hemos vivido esta mañana en el CEIP Bellas Vistas sí tiene nombre. En realidad tiene muchos nombres…
El de Celia, la protagonista del cuento La princesa que perdió las palabras escrito por Alba, su profe de grafología y lenguaje en el Centro Dionisia Plaza. Celia ha sido la encargada de entregar a cada uno de los alumn@s escritor@s su ejemplar de regalo.
El de Mª Carmen, reina en el cuento y madre coraje de Celia en la vida real, que se ha ido flotando en una nube cuando ha visto cómo Celia, tras perder el miedo a no saber muy bien qué le esperaba hoy en un colegio que no era el suyo, no sólo no ha permitido que su madre entregara ni un solo ejemplar de regalo si no que, a la hora del recreo, se ha quedado jugando con algunas de las alumnas escritoras mientras nosotras compartíamos un café con las profes del centro.
El de Alba, que hoy no ha podido acompañarnos por causa de fuerza mayor: ayer dio a luz a Iria, su primogénita que no ha dudado en cambiar el pan que suelen traer los recién nacidos bajo el brazo por un libro solidario.
Y el nombre de toood@s los alumn@s desde los 5 años hasta 6º de primaria y el de sus profesoras.
Hoy hemos hecho un poquito más visible el síndrome de Landau-Kleffner (SLK) acercándoles a todos los allí presentes una realidad diferente. Ni mejor ni peor, sencillamente diferente.
A pesar de haber sido una mañana agotadora tras recibir a las 14 clases del centro, “el esfuerzo una vez más ha merecido la pena”.
Resaltar algunas anécdotas como la carita de sorpresa que ha puesto Celia cuando ha visto a su gata Lola en la contraportada de algunos de los libros. Su fotografía era lo de menos…lo importante es que estaba Lola, una de las palabras que probablemente rescató de las primeras en su memoria y que no está dispuesta a olvidar.
O el comentario de una alumna de 3º de primaria cuando ha abierto el libro y ha visto que el primer cuento ¡¡no era el suyo!!
“¡Este libro no es mío, este cuento no lo he escrito yo!”
Ha costado hacerles entender que el libro contenía tooodos los cuentos de la clase y no solo el suyo pero finalmente lo han comprendido y “han pasado página”.
Y aunque en días como los de hoy apetece quedarte en la página que estás leyendo por lo mucho que la estás disfrutando, seguiremos pasándolas para seguir arrancando sonrisas y grabando en la retina imágenes inolvidables… como la del conserje del colegio sentado en un banco leyendo uno de los cuentos que muchos niños y niñas le mostraban llenos de orgullo o la de ver a tantos niñas y niñas con un libro en las manos a la hora del recreo.
Me llevo también, como es habitual, un ejemplar de cada uno de los libros publicados dedicado por las profes…para mí, “tesoros hechos palabras” que me animan a seguir con esta labor tan bonita y solidaria.
Aquí os dejo la fotos de familia y sus portadas para que las disfrutéis:
Mañana iremos hasta Arroyomolinos donde once clases de primaria del CEIP Legazpi esperan ansiosos la llegada de sus libros.