MI FEEDBACK DEL 28A ¿CUÁL ES EL TUYO?

12:20 del lunes 28 de abril

Parece que está todo preparado para la presentación del libro escrito por alumnos de 1º de la ESO en el Colegio Padres Capuchinos de Usera en favor de AFAS.

La pantalla digital funciona, luces encendidas todo en orden hasta que… ¡se va la luz!

En el cole, obvio, piensan que es algo interno. Revisan los plomos pero nada. Me llega un wassap de mi marido avisándome de que se ha ido la luz en casa. Le digo que en Usera también. ¡Qué raro porque son zonas bastante alejadas…! Minutos más tarde por grupos de wassap leo que “EL APAGÓN”  ha sido a nivel estatal. Estamos todos alucinando. Pero la vida sigue y hay un libro que presentar… Disponemos de luz natural y ganas. Eso sí, el alumnado está revolucionado, se nota tensión en el ambiente y me cuesta un mundo hacerme con ellos pero…finalmente con los superpoderes de madre de familia numerosa y bastante sentido del humor consigo mi cometido y presento el libro como se merece.

¡POR FIN! ¡Hora de volver a casa!

En qué hora… Estoy en Usera y vivo en la zona noroeste de Madrid. La M-30 es mi camino de vuelta habitual y me subo al coche sin sospechar la que me viene encima…

Tras un largo periplo al volante sin apenas avanzar me inclino por la A de APARCAR y coger “el tren de San Fernando”. Informo por el grupo familiar que ya llegaré confiando en que los mensajes sí lleguen porque a esas alturas ya no puedo ni hacer ni recibir llamadas. Repaso mentalmente dónde están mis hijos y mi marido y me quedo tranquila. Además hace bueno y mi viaje de vuelta transcurre por Madrid Río y la Casa de Campo. En ese “paseo” de vuelta a casa se me pasan muchos pensamientos por la cabeza…

En primer lugar de agradecimiento por mis circunstancias personales: no tengo niños pequeños que recoger del colegio, no estoy atrapada en un ascensor, un coche, el metro, el tren y sé que dependo de mí misma para poder llegar a casa. Lo que pase después se irá viendo, de momento me centro en dar un paso detrás de otro. En segundo lugar albergo una sensación de confianza pues de entre todas las conversaciones que me van llegando a mi paso, la mayoría son optimistas: “Hombre tío, quiero pensar que esto en unas horas está arreglado”, “no creo que vaya a durar mucho”. Veo a personas pidiendo a otras  poder llamar desde sus móviles con la esperanza de que los de los demás funcionen, presencio un par de accidentes de moto que aprovechan para meterse por cualquier hueco y a peatones jugándose la vida cansados de esperar a falta de semáforos. Finalmente retrocedo en mi cabeza hasta la pandemia, la Filomena y la Dana, eso sin contar la guerra de Ucrania y demás desastres naturales y no naturales ocurridos en el mundo y pienso: ¿Qué más puede pasar? ¿Cuánto va a durar esta situación? ¿Por qué ha ocurrido? ¿Hay algún mensaje detrás que no quieren que sepamos…?

Pero mientras tanto una cosa me queda clara: este tipo de situaciones te llevan a darte cuenta de que “la normalidad” tiene un precio que no sabemos valorar hasta que “lo normal” se vuelve de nuevo “excepcional” en nuestras vidas.

No dejemos que esto ocurra y vivamos más PRESENTES y más CONSCIENTES que nunca.

Mañana tomaremos Un nuevo rumbo, título del libro de los alumnos de 6º de primaria de la Escuela Libre Micael a favor de la asociación El motor de tus pasos.

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