ALUMNOS QUE REPITEN CON EL PASO DEL TIEMPO…Y TIEMPO DE KINTSUGI

A pesar del precioso cumplido que esta mañana me ha regalado Esther, profesora de 2º de primaria del Colegio Sagrado Corazón Padres Capuchinos, al decirme “cada año estás mejor”, sé que el tiempo no pasa en balde…

Este año ha sido un año especialmente duro pero al mismo tiempo muy esperanzador. La pérdida de un ser querido te marca. Es así. Inevitable.

Igualmente es inevitable que esa pérdida te lleve a replantearte aspectos de tu vida que nunca antes te habías cuestionado. Y ahí es donde se produce ese momento esperanzador sabiendo que, desde esa nueva perspectiva, vas a ser capaz de construir poco a poco estructuras más sanas y más equilibradas que aportarán más paz y más luz a tu vida.

Hace unos días leí un precioso artículo sobre una técnica japonés llamada kintsugi. Esta técnica que data del siglo XVI consiste en reparar con hilos de oro la cerámica que, por alguna razón, se ha roto. Su particularidad es que el artesano no pretende ocultar el “arreglo” sino que las huellas del arreglo sean visibles y, al añadir algo nuevo al objeto, incrementen su belleza. Lo más bonito de esta técnica es que sostiene que el verdadero valor del objeto radica en su historia, con sus aciertos y sus errores.

Esta técnica, aplicada a nuestra vida, nos invita a buscar los hilos de oro en cada uno de los rincones de nuestro espíritu para encontrar nuestro valor en todo lo que hemos vivido y no solo en lo malherido que sintamos nuestro corazón en algún momento.

Cada error cometido en nuestras vidas nos ha dejado una cicatriz pero también una enseñanza, nos ha convertido en las personas que somos. Si en lugar de ocultar nuestros errores, mostramos nuestra fortaleza al superarlos, seremos como las pequeñas vasijas japonesas que, orgullosas de su historia, muestran sus imperfecciones cubiertas con el metal precioso de su cambio.

Buscar rutas alternativas donde hoy vemos límites es aprender a apreciar la belleza de nuestras propias cicatrices en lugar de tratar de ocultarlas.

Como la historia de este colegio, con sus errores y sus aciertos en todo lo que hacen pero muy conscientes de su verdadero valor. Por eso esta mañana Joaquín, su Jefe de Estudios y también padre orgulloso de que su hija debutara como escritora solidaria en 2º de primaria me decía:

“El próximo año será cuando repitan como escritores en 1º de la ESO los que comenzaron con el proyecto en 2º de primaria.”

Será de la mano de Marta, profesora de lengua y enamorada de la lectura y la escritura entre otras cosas que,  curso tras curso, logra transmitir su entusiasmo por el proyecto a gran parte de las tres clases de 1º de la ESO. Aunque eso le suponga horas extra de coordinación, revisión y corrección de los escritos de sus alumnos.

Desde que llegó CEN con C a este colegio, año tras año han ido escribiendo siempre los alumnos de 1º de la ESO y 2º de primaria. Y siempre también con un mismo objetivo: colaborar con la Asociación Franciscana de Apoyo Social (AFAS). Esta mañana hemos contado con la presencia de Camino, voluntaria de la asociación, para contarles a los futuros escritores la labor que realizan día a día.

En 2º de primaria este curso me he vuelto a encontrar con profesoras veteranas como Macu y Esther. Un placer repetir experiencia con ellas junto con Raquel.

Pero de lo que Joaquín parecía no acordarse es de que el primer año que CEN con C debutó en este centro, también escribieron los alumnos de 3º de primaria. Me lo ha recordado una profe que vivió el proyecto hace cuatro cursos con ellos.

Esos chicos y chicas de 3º de Primaria han crecido y este año son los que van a repetir experiencia en 1º de la ESO. Seguro que los cuentos que escriban nada tendrán que ver con los que escribieron en su día porque, como decía al principio de esta entrada, el tiempo no pasa en balde…

One thought on “ALUMNOS QUE REPITEN CON EL PASO DEL TIEMPO…Y TIEMPO DE KINTSUGI

  1. Creo que de alguna forma todos somos repetidores de algo. Y creo que no es malo repetir, siempre que sepamos ver, como dices, horizontes nuevos en esa repetición.
    Y pegar con hilos de oro las roturas que a lo largo de la vida se producen en nuestra alma, es un técnica preciosa. Es darles valor.
    Pero en lo de la pérdida de un ser querido, y lo digo por experiencia, no hay nada que hacer. No hay repetición posible para poder resanar, con no importa que clase de hilo,nada de lo pasado.
    Un abrazo muy fuerte y a seguir sembrando.

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