Dicen que todos tenemos una misión en la vida, hay personas que la encuentran, a otras les llega y algunas se pasan la vida buscándola…Este último caso no ha sido el de las dos clases de 5 años del CEIP Gonzalo Fernández de Córdoba que, junto a sus profes Pedro y Charo decidieron que este curso iban a tener una misión especial:

Conseguir que el Monstruo come-distrofina deje de una vez por todas de su manía de zamparse la distrofina de algunas personas para que tengan siempre fuerza en sus músculos y puedan hacer toooodo lo que les gusta. Por eso decieron colaborar con la Asociación Duchenne España.

Por mi parte, una de mis misiones (porque soy de las que creo que no tenemos solo una en esta vida) es de la seguir repartiendo libros y aunque ya solo nos queda un cole por visitar, estamos seguros de que el próximo curso seguiremos contando con profes, niñ@s y familias que quieran seguir sumándose a la aventura de ser escritores solidarios porque escribir mola, pero escribir “con sentido” mola todavía más.

Igual que moló ayer tener a media doncena niñ@s enganchados literalmente a mi cintura levantando sus cabecitas buscando mi mirada, con unos ojitos y una sonrisa que hablaban por sí solos mientras con sus bracitos me rodeaban la cintura estrechándose fuerte, fuerte dándome las gracias por haber convertido, con mi varita mágica, sus cuentos ¡en un libro de verdad!

Al final, la vida es eso, momentos, instantes que nos llenan y le dan sentido a esto de seguir por aquí …que no es poco…