Comenzar las “presentaciones de libros CEN” con alumnos de 5 añitos tiene su recompensa y más en un día gris y lluvioso como el de hoy.

Parece que este año el tiempo “está en las nubes” y cuando lo normal es tener una Semana Santa pasada por agua y volver al cole con un sol radiante; este año ha sido todo lo contrario. Si algún paso de Semana Santa no ha podido salir este año, en esta ocasión no habrá sido por culpa de la lluvia…eso seguro…

Lluvia que nos acompaña hoy pero, como decía, a nosotros no nos ha “aguado” nuestra pequeña fiesta en absoluto.

¿El motivo?

72 caritas de sorpresa, expectación…porque nadie les había dicho nada…queríamos que fuera toda una SORPRESA.

Han ido entrando en fila, en silencio, uno a uno. Han ido tomando asiento en el salón de actos de su colegio, el Liceo Sorolla “C” y han aguardado obedientes a que Estrella, su estupenda Coordinadora de Infantil, les contara por qué estaban allí.

Les hemos recordado los cuentos que crearon, inventaron y escribieron en su día… ¡a mano! Y las ilustraciones tan bonitas que hicieron.

Les hemos recordado con la lectura del cuento de La manchita verde, que sus cuentos iban a ayudar a encontrar una píldora mágica para que ya no hubiera más “ratoncitos” con “manchitas verdes” (o Síndrome de Duchenne). Y entonces, sólo entonces….

¡HA LLEGADO LA VERDADERA MAGIA!

Con nuestros diez dedos (los hemos contado despacito para asegurarnos que tooodos teníamos diez) hemos hecho un conjuro mágico para que, las hojas que me dieron sus profes con sus letras y dibujos, se convirtieran en libros de verdad.

A la de tres, muy obedientes todos hemos coreado juntos:

¡ABRACADABRA PATA DE CABRA

QUE ESTOS PAPELES SE CONVIERTAN EN LIBROS

DENTRO DE ESTAS CAJAS!

A la primera no nos ha salido…hemos mirado dentro de las cajas y todavía no estaban los libros. Faltaba ponerle a las palabras una dosis extra de ILUSIÓN. ¡Por algo su libro lleva por título CUENTOS CON ILUSIÓN!

Hemos vuelto a repetir las palabras mágicas y esta vez sí, allí estaban…72 libros para ser regalados a sus autores. Les hemos ido llamando por sus nombres y al finalizar hemos hecho una bonita foto de familia.

¿Lo mejor?

El murmullo incesante de sus vocecitas leyendo en voz alta sus cuentos y los de sus compañeros, el verles cómo se enseñaban unos a otros con orgullo el dibujo que hicieron en su día o las palabras que escribieron… ¡pero esta vez en un libro de verdad, de mayores! Y es que estos pequeños son verdaderamente GRANDES. Como sus profes Beatriz y Rebeca que con su esfuerzo e ILUSIÓN les han acompañado en esta magnífica aventura.

Pero todavía me quedaba un regalo estupendo que recibir. Un tirón de mi jersey a última hora de una de las pequeñas autoras que, con ojos brillantes y llenos de asombro, me preguntaba:

– ¿Cómo lo has hecho?

-¿El qué? – le he preguntado haciéndome de nuevas.

-Pues…que aparecieran los libros dentro de las cajas…-me ha contestado tímidamente.

-¡Con magia! ¡Con la magia del corazón! – le he contestado sin pensar.

Y fue con esa magia, la del Corazón, con la que Jaime Jiménez nos conquistó a todos hace ya algún tiempo. Un Jaime que este mes hará un año que inició un viaje con billete solo de ida, pero que nos dejó una huella imborrable en nuestros corazones. Un Jaime que aprendió a convivir y a vivir plenamente con su “monstruo” particular llamado Síndrome de Duchenne. Un monstruo que le privó de muchas cosas pero que le dio otras que solo personas como él son capaces de valorar en su justa medida: gente que te quiera y te acepte tal y como eres a la que amar incondicionalmente.

¡Va por ti Jaime!

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