SOLO QUEDA LO QUE DAMOS

Tras las Fiestas Navideñas nos hemos quedado con ganas “más” y por eso, como decía ayer una peque de 4 años del CEIP Federico García Lorca, hemos empezado el año con “ángeles como los del Belén”. Pero, los nuestros, algo más modernos porque son Ángeles Urbanos.

Ayer tuvimos que adaptarnos a las circunstancias y prescindir de Sara Cánovas, Directora de la Asociación Ángeles Urbanos. Y no, no fue por estar confinada…que parece que hoy en día no hay más contratiempos que el coronavirus…si no por “una mala pata” que le impidió desplazarse hasta el colegio.

Así que nuestro Pirata Garrapata y el Cocodrilo Danilo fueron los encargados de conectar con la imaginación de las clases de 4 y 5 años poniendo, una vez más, en evidencia que “un trozo de tela animado” posee más magia que cualquier dispositivo electrónico.

También las clases de 4º de primaria demostraron que “una buena historia” es capaz de mantenerles en vilo con la boca abierta hasta el final. Escucharon con tanta atención El Cuento de los Cuentos Escritos por Niños con las “aventuras y desventuras accidentadas de mi primogénito Marcos, protagonista del inicio de la Asociación CEN con C” que la gran mayoría quiso compartir también su particular aventura accidentada: “pues a mí un día, pues yo una vez…”

Pero no solo las buenas historias enganchan, y si no que se lo digan a Sara

Antes de ser la Directora de la Asociación Ángeles Urbanos fue Directora de Inversiones en una empresa aseguradora española de renombre. Era, como me contaba por teléfono, una época donde “veía a los de abajo desde muy arriba…pero desde muy, muy, muy arriba”. Fue una amiga la que le abrió las puertas a una realidad muy diferente a la suya cuando le pidió ropa usada para donar a personas necesitadas. Primero fue ropa, luego la compra de unas medicinas que la persona en cuestión no podía pagar, más tarde echar una mano los fines de semana distribuyendo alimentos básicos a familias en régimen de exclusión social y por último, Sara, cambió su forma de “invertir su tiempo” despidiéndose de su trabajo y volcándose en el Centro Ocupacional que en su día fundó Mª Ángeles Ramos Merino.

Mª Ángeles Ramos es una mujer que ha dedicado toda su vida profesional a la enseñanza en un centro de educación especial mientras daba clases de apoyo extraescolar de forma voluntaria a familias que no podían pagar la rehabilitación que sus hijos necesitaban.

De ahí a emprender su camino en solitario con la herencia recibida de su padre y todo lo que tenía ahorrado para crear la primera casa ocupacional para personas con discapacidad, hubo poco que dudar. Como valoración a toda su trayectoria de Acción Social, el Ayuntamiento de Madrid le cedió un local constituyéndose como Asociación el grupo Ángeles Urbanos para continuar desarrollando su proyecto global de formación continuada a personas con discapacidad que ya llevaba en marcha seis años.

Durante varias décadas, Ángeles Ramos colaboró de manera directa con los comedores de la Madre Teresa de Calcuta que fue, sin duda alguna, su mayor fuente de inspiración dejándole como legado el lema de la Asociación:

“Solo queda lo que damos”

Y el legado de despedida con Teresa de Calcuta:

“Ángeles, da lo que tengas, haz lo que puedas y después, grita al cielo si necesitas algo para tus pequeños y el cielo te pondrá ángeles de carne y hueso que te den lo necesario”.

Está claro que la voz de Ángeles todavía es escuchada desde el cielo porque este curso el cielo le ha puesto a más de un centenar de ángeles de carne y hueso. Ángeles de 4, 5 y 9 años del CEIP Federico García Lorca que, con sus cuentos, colaboran con esta preciosa causa solidaria que tanto “engancha” a quienes la viven de cerca.

Aprovecho para facilitar el nº de cuenta de la Asociación pues este año con la pandemia les está costando mucho cumplir con sus objetivos mínimos y cualquier tipo de ayuda, por pequeña que sea, será bien recibida:

ASOCIACIÓN ÁNGELES URBANOS

ES49 2100 9194 1222 0039 6366

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