En la entrada de SOLO QUEDA LO QUE DAMOS pude comprobar, una vez más, que los ángeles de carne y hueso existen.
En este cuento que os cuento uno de estos ángeles se materializó en forma de maestro de infantil del CEIP Gonzalo Fernández de Cordoba (Gran Capitán). Su nombre, Pedro.
Fue él quien el pasado curso escolar post-pandemia, cuando el inicio del nuevo curso pintaba tan verde como el coronavirus y parecía que “el protocolo covid” iba a comerse las ilusiones de todos los docentes; se puso en contacto conmigo con un tímido y escueto email en el que me preguntaba si CEN con C iba a seguir activo ese curso porque, de ser así, quería colaborar un año más.
En ese momento el email de Pedro me dio la vida. Comprobar que “a pesar de la que estaba cayendo ahí fuera”, al menos, un profesor quería seguir colaborando con CEN con C para seguir aportando LUZ ahí dentro…barrió de golpe todas mis dudas surgidas a lo largo del verano y ecribí una coma en lugar de un punto. ¡No solo íbamos a estar activos un curso más! ¡ERA NUESTRO DEBER ESTAR dejando por escrito lo vivido!
46 libros solidarios nada más y nada menos fueron escritos, editados y publicados en tiempos de pandemia. Y Pedro, además, en ese momento ya tenía clara su causa solidaria. Lucía, una alumna del curso de sus chicos tenía leucemia. No había más que hablar.
Hoy, echando la vista atrás, no puedo más que darle las gracias a Pedro por su valentía porque, no solo me hizo recuperar la fe en la viabilidad del proyecto “a pesar de la pandemia” si no porque, gracias a él pude conocer a Lucía, a sus padres Meri y Javi y a su profe Mª José que, aunque ya nos conocíamos de otros años, el pasado curso estrechamos nuestros lazos.
Esta mañana al volver al CEIP Gran Capitán tenía una mezcla de sentimientos encontrados. Por un lado el precioso recuerdo de Meri el pasado mes de mayo haciendo entrega de los libros dedicados a Lucía en favor de la investigación sobre la leucemia infantil, junto con la noticia de que este curso Pedro había seleccionado la Asociación Dcuhenne España para colaborar con un exalumno suyo que padece dicha enfermedad, me llenaban de alegría y satisfacción…pero por otro lado la ausencia definitiva de Lucía en el colegio me pesaba en el corazón como nos sigue pesando a todos los que la conocimos…Sí, los ángeles de carne y hueso existen…
Pero la vida sigue y tenemos el deber de exprimirla al máximo, por eso esta mañana han venido al colegio los padres del exalumno de Pedro. Un niño de 9 años que desde los 4 fue diagnosticado con el Síndrome de Duchenne.
Para que los niños entiendan bien de qué se trata este síndrome con un nombre “tan raro”, la mamá de este niño ha escrito un precioso y divertido cuento titulado El monstruo Come-distrofina que será publicado junto con los cuentos de estos peques. En él se narra las consecuencias de que exista en el mundo un monstruo súper-glotón que se coma la distrofina de algunas personas. Como la distrofina es la proteína que se encuentra en el músculo para hacer más fuertes sus fibras y cuidar de que los músculos no se hagan daño cuando se encogen o se alargan…¿qué pasa cuando el monstruo se la come…? Pues que esas personas, que algunas son niños, se cansan más, se caen más veces y cada vez les cuesta más andar.
Menos mal, como dice el cuento, que hay niñ@s como los alumnos de 5 años del CEIP Gran Capitán cuyas historias escritas servirán para recaudar dinerito. Con él se podrá ayudar a unos científicos y médicos muy listos para que investiguen y encuentren algo súper rico y mágico que engañe al monstruo goloso y glotón, para que deje de comer distrofina y así ¡siempre haya suficiente para todos y no se acabe nunca!
Gracias de corazón a estos padres que se han divertido como niños con la actuación del pirata Garrapata y el cocodrilo y que han puesto su granito de arena en la investigación para la cura de la enfermedad de su hijo. Como decía mi querida abuela “quien da todo lo que tiene, no está obligado a dar nada más” y si además, como ellos han hecho esta mañana, han puesto su corazón pueden y deben sentirse más que orgullosos de su labor.
La próxima semana más…
¡Qué maravilla de gente existe!
Y…¡Qué maravilla de labor realizáis las ONG´S!