Cuentos y música para-salvar-vidas… ¿se puede pedir más?

Este año los alumnos de 6º y 1º de la ESO de la Escuela Libre Micael decidieron escribir cuentos para colaborar con la Ong Músicaparasalvarvidas…así que…qué mejor título para sus libros que un remix como el de “Aquella vez que escribimos cuentos para salvar vidas”.

Como hoy la cosa de iba de música, para entonar la mañana las dos clases de 1º de la ESO me han regalado un par de canciones cantadas a capela y a tres voces antes de recibir sus ansiados libros. Escucharles me ha trasladado en el tiempo hasta los conciertos que hacíamos en mi colegio por Santa Cecilia donde, a una servidora a pesar de ser la niña más alta de la clase, me pedían por favor que “simulara” cantar porque “no daba la talla” ni tan siquiera para la voz número 3 (lo de los talentos, ya se sabe, no se reparten por igual)

Tras la entrega de los dos libros de 1º de la ESO…



…hemos presentado nuestro segundo libro de autora en solitario escrito por Nora, alumna de 1ºESO. Y no, no era un libro de cuentos ni una novela. Si el curso pasado en este mismo colegio, Hermes, un alumno de 5º creó un tutorial para enseñar a dibujar personajes manga; este curso Nora ha creado un tutorial titulado Manos creadoras para enseñarnos a crear nuestras propias manualidades en papel, cartón, ropa usada… Antes de irme le he pedido que me dedicara mi ejemplar y…cómo no, un piano le ha servido de apoyo pues su libro también colabora con Músicaparasalvarvidas

Y de ahí a la clase de Hermes que este año ya está en 6º. Todos esperaban impacientes mi llegada para hacerles entrega de su libro como “premio a la colaboración”. ¡La de veces que habré vivido este momento! y nunca, nunca me canso de vivirla y siempre, siempre la vivo como si fuera la primera vez. Un regalo de la vida la verdad. Como me decía ayer un buen amigo que tuvo la oportunidad de vivir en directo una presentación de libros solidarios: es algo que solo sabe lo que se siente aquel que lo ha vivido porque es imposible de explicar con palabras.

Mañana descansamos para reponer fuerzas pues tras el puente de mayo nos esperan otros siete colegios más con alguna que otra sorpresa…

¿ÉXITO? ¡ZAS! ¿QUÉ SERÁ?

Ésta es una de las preguntas que se plantea en la obra teatral y musical titulada La revancha de los niños escrita e interpretada por los alumnos de 5º de primaria del colegio Ágora Madrid International School en favor de la asociación Saniclown.

Esta mañana, tras la presentación de su libro he tenido el placer de poder disfrutar del ensayo general de un par de escenas de esta obra, cuyos autores iban a interpretar para sus padres esta misma tarde. Nuria, maestra y responsable del proyecto de Artes escénicas, me acaba de confirmar que ha ido todo fenomenal. Me alegro mucho 🙂

La evolución del ensayo ha ido de menos a más a medida que se iban creciendo en sus papeles y, como todo en la vida, echándole más ganas e ilusión. ¡Hasta el punto de tener que aguantarme las ganas de salir al escenario a cantar y bailar con ellos contagiada como estaba de la energía que, finalmente, han logrado crear!

Y es que el éxito no es más que dar lo mejor de cada uno de nosotros en cualquier situación que se nos presente, independientemente del resultado final y sin apego a él. Lo lógico es que actuando de esta forma los aplausos lleguen por sí solos, pero si uno se sube a un escenario buscando desde el principio el aplauso del público y se olvida de dar lo mejor de sí mismo…es muy probable que ese aplauso deseado no se llegue a producir.

Otra respuesta a la pregunta sobre qué es el éxito la hemos encontrado también esta misma mañana en el cuento escrito por Saniclow publicado junto a la obra teatral. Pollicina, payasa de hospital, nos contaba como en un ¡ZAS! la gentileza podía hacer acto de presencia en situaciones cotidianas de nuestras vidas para sustituir a la indiferencia y a la agresividad; de este modo el mundo se contagiará de alegría y pasará más tiempo riéndose, divirtiéndose, jugando y menos enfadado.

Y ya para finalizar la jornada, hemos dejado una caja a modo “pandemia” (es decir, sin entregar personalmente) con los ejemplares del libro escrito por 12 alumnas de 2º de bachillerato que, por estar saturadas con exámenes y demás, no han podido tener la presentación que se merecían. Su libro lleva por título Déjà-vu y es una preciosa y emotiva adaptación teatral de “Alicia en el país de las maravillas” en favor de Alusamen. Chicas, mucha suerte en vuestros exámenes y a disfrutar de vuestra próxima puesta en escena!

Aquí os dejamos sus portadas:

LIBROS QUE NOS TRAEN DE CABEZA

Sí, de cabeza nos trae este proyecto siempre…

Cuando no es por cuadrar agendas, es por cumplir plazos de entrega y cuando no porque el disco duro del ordenador falla y…¡sorpresa! ¡No has hecho copia de seguridad! Peeeeero…

Todo tiene su doble lectura y hoy, una imagen vale más que mil palabras:

Ver cómo a la de tres, todos los peques se lanzan de cabeza al libro que no les he permitido tocar hasta haberlo recibido el último de sus compañeros bajo amenaza seria de ser requisado (una tiene que desplegar todo su armamento cuando, aunque tú seas más grande, ellos son más y nada cobardes)…pues… ¿qué os voy a contar? ¡No tiene precio! Continue reading

LOS NIÑOS DE PELO RIZADO

Todavía recuerdo cuando, de pequeña,  mi madre “en días especiales” me hacía “la toga” para dormir por la noche con el fin de domar mis rizos y obtener así una “preciosa melena lisa”. No es que yo renegara de mis rizos pero ella, con toda su buena intención, nada más salir de la ducha tenía por costumbre cepillarme el pelo una y otra vez para luego enchufarme el secador eliminado así cualquier posibilidad de que nacieran en mi cabeza, de forma natural, “rizos perfectamente definidos”.

Por eso hoy, al leer el cuento Los niños de pelo rizado escrito por Nuria, madre de Oli de 11 años afectada de cáncer, colaboradoras ambas de ASION (Asociación Infantil Oncológica de Madrid); no puedo sentirme más orgullosa de mis rizos y ondearlos bandera al viento como muestra de apoyo a Los-niños-de-pelo-rizado que no nacieron con ellos “de serie”.

Os copio aquí un extracto de este precioso cuento que forma parte, junto con el resto de cuentos escritos por niñ@s de cinco clases de 4º de primaria y siete de 6º de primaria del Colegio Zola, de los 12 ejemplares distintos que hemos presentado esta mañana en el colegio para colaborar con ASION:

[…]Es curioso que el pelo de un niño con cáncer es como un medidor del estado de su enfermedad: mientras está enfermo su pelo desaparece de repente, como la vida que llevaba hasta ese momento, y cuando el tratamiento acaba, y la enfermedad se cura, el pelo vuelve a salir poco a poco, igual que poco a poco vuelven los momentos que había perdido, y va recuperando su vida normal: ir al cole, jugar, correr, ir al cine, viajar, reír sin parar.

[…]Las células del pelo están naciendo y creciendo continuamente pero, en cuanto aparecen, la quimio acaba con ellas y no son capaces de generar pelo. Así, un mes y otro mes y otro mes. Nada, no hay manera. Así que se entrenan y entrenan, y se van haciendo fuertes para generar pelo como sea, porque ellas lógicamente son muy cabezotas, por algo las pusieron en la cabeza. Y hay un día que la quimio acaba, porque ese niño o niña se ha curado, y las células del pelo están tan cachas de tanto entrenarse y entrenarse tantos meses intentando fabricar pelo, que fabrican un pelo fuerte, brillante, precioso. Un pelazo, vamos.

Y resulta que muchas veces ese pelo sale rizado. Porque las células del pelo rizado son más fuertes. Exactamente igual que los niños en cuyas cabezas salen.

[…]La vida es como un pelo rizado: a veces va para arriba y todo va bien y te sientes feliz, pero a veces da un giro, y las cosas se retuercen y se complican, y sientes que todo va para abajo. Lo importante es no mirarla de cerca ni distraerse demasiado con tanto sube y baja, sino alejarse un poco y ver que, tanta vuelta y tanto lío, es lo que le da sentido, y lo que la hace tan divertida y bonita.

Ilustración del cuento: Oli (11 años),

Niña de Pelo Rizado y amiga de ASION

Os dejo aquí también las fotos de familia con muuuuchas cabezas, algunas de ellas de niñ@s de pelo rizado que, como yo, nos sentimos agradecidos a la vida por no haber tenido que entrenar a nuestras células del pelo a base de quimio para poder lucir nuestros propios rizos. Como me gusta decir y recordarme día a día:

“Siempre hay algo que agradecer y valorar en cada una de las pequeñas cosas que nos suceden, nos gusten o no…”

HOY ES UN REGALO, POR ESO SE LLAMA PRESENTE

Hoy os propongo una adivinanza:

¿Qué tienen en común Kunfú Panda, Mickey Mouse, Clash of Clans, un equipo de limpieza, un buen cocinero, el diario Marca y la leucemia infantil?

Si no eres capaz de encontrar la solución aquí la tienes: Eduardo.

Si quieres conocer sus similitudes te animo a seguir leyendo.

Eduardo es el padre de Mateo. A muchos os sonará el #médulaparaMateo.

Mateo nació hace siete años y al mes de vida le diagnosticaron leucemia.

Eduardo les ha explicado esta mañana a los alumnos de 5º del CEBIP Pinar Prados de Torrejón lo que era la leucemia haciendo el símil con el juego de Clash of Clans que, para el que no lo conozca, se trata de defender tu aldea de tus enemigos; y usando una metáfora con el colegio (como el cuerpo humano) y sus distintos departamentos (a modo de las distintas partes del cuerpo).

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¿Qué pasa cuando las personas encargadas de limpiar el colegio todos los días no detectan una célula mala escondida en el salón de actos? Pues que esa célula aprovecha el descuido y empieza a hacer fotocopias de sí misma hasta crear todo un equipazo. Desde Dirección del colegio mandan al equipo de limpieza habitual pero como no consiguen ni derribar la puerta, llaman a la policía y a los bomberos y… ni por esas. Entonces, para asegurarse una limpieza absoluta y total, deciden darle “quimio” al colegio entero no vaya a ser que haya alguna otra célula mala escondida en otro lugar sin ellos saberlo. Y la “quimio” llega en forma de Equipo A, policía y bomberos con la misión de no dejar nada. Ni las cosas que servían. Por eso el colegio durante un tiempo se queda sin recursos: sin libros, sillas, mesas, etc… Y sin las células malas también.

En ese momento hay que estar muy alerta. Si estuviéramos jugando al Clash of Clans sería el momento de volver a generar nuevas defensas antes de que el enemigo volviera al ataque.

Si seguimos con el símil del colegio es cuando desde Dirección deciden hacer un trasplante de médula. Como las células se generan en la cocina (médula) deciden cambiar de cocinero. ¡No escogen a cualquiera claro! Escogen al que mejor creen que va a ser capaz de cocinar células nuevas lo más compatibles con todos los lugares del colegio.

¿Y cuánto tarda el nuevo cocinero en llegar al colegio? Pues, según nos contaba Eduardo, no llega ni a un capítulo de Mickey Mousse.  Nos contaba recordar estar en la habitación del hospital con Mateo y no llegar a la canción de las Mickey-herramientas cuando a Mateo ya le habían hecho el trasplante de médula.

Como decía Eduardo, el trasplante es la parte “fácil”. Lo complicado es encontrar un donante compatible con la persona que la necesita.

Pero Mateo lo encontró. Cuando tenía un añito y gracias a un médico de “uno de los buenos”, Antonio Pérez Martínez, Mateo se curó. Pasaron dos años muy duros pero todo salió bien. Eduardo se sintió tan agradecido que decidió dejar su trabajo como periodista en el diario El Marca y marcarse un gol en propia puerta para seguir jugando en otra liga: la de la solidaridad. Se dio cuenta lo importante que era la investigación y decidió ayudar a recaudar dinero para dárselo a ese médico de “uno de los buenos” para acabar con “algunos malos”. Primero fue colaborador de la Fundación Unoentrecienmil que es cuando nos conocimos hace tres años cuando unos peques de 5 años del CEIP Pablo Sarasate decidieron escribir cuentos para colaborar con ella.

Hoy pertenece a la Fundación Criscontraelcáncer que fundó otra mujer agradecida a la vida por haberse curado del cáncer.

AGRADECIMIENTO es la palabra que llega a mi vida desde que mi padre me acompaña, como hace Vicky con su madre Laura, desde el cielo. Es ya una costumbre en mi familia hacer una pequeña pausa a la hora de comer para agradecer el simple hecho de estar sanos. Algo que no valoramos hasta que la enfermedad llega.

Eduardo ha querido ir un poquito más allá y ha compartido con los chicos y chicas la mayor lección que ha aprendido de todo lo vivido con su peque Mateo. Y no, no es algo que dijera un gran pensador o filósofo griego ni un científico reconocido. Lo dijo el sabio Maestro Shifu en la “peli” favorita de Lucas (el hermano mayor de Mateo); Kunfú Panda:

El ayer es historia,

el futuro es un misterio,

el hoy es un regalo, por eso se le llama PRESENTE.

Eduardo se dio cuenta de que la mayoría de las personas vivimos sin darle importancia a las pequeñas cosas. Él, que pasó dos meses en una habitación minúscula con muchas más precauciones de las que ahora se toman por la pandemia del COVID, sabe bien de lo que habla. Para él y su mujer, con quien se turnaba para poder salir de ese pequeño habitáculo a otra habitación donde les habían dejado ropa limpia para poder cambiarse, no es de extrañar que el confinamiento haya sido un paseo y sepan valorar la rutina del día a día en una familia normal haciendo cosas normales.

Y si de AGRADECIMIENTO hablamos, no podemos dejar de mencionar a Meri que hoy está que no se lo cree.

Meri es la mamá de Lucía, una preciosa niña de 5 años a la que, como a Mateo, le diagnosticaron también leucemia. Hoy Meri tenía intención de acompañar a Eduardo para compartir su experiencia y agradecer a los chicos su gesto al colaborar con la investigación del cáncer infantil. Pero ayer por la tarde me llamó hecha un manojo de nervios porque los resultados que le iban a dar esa mañana para saber si la enfermedad de Lucía había remitido o seguía avanzando, no se los daban hasta hoy.

Mientras Eduardo y los chicos de 5º estábamos en el salón de actos, Lucía estaba con su madre en el “momento cuento” haciendo tiempo hasta que llegara la hora de “la noticia”.

Si mi última entrada del blog hablaba del poder de las palabras y del color dorado, creo que para Meri y Javi, padres de Lucía, unir dos de ellas como son  “REMISIÓN COMPLETA” en una sola frase te hacen tocar literalmente el cielo y, como dice Meri, estar en una nube.

Comparto aquí su mensaje de Instagram de esta mañana al conocer la buena noticia:

Y ya para cerrar el círculo deciros que los compañeros de Lucía, alumnos de 5 años del CEIP Gonzalo Fernández de Córdoba, van a escribir cuentos para colaborar también con la Fundación Criscontraelcácer. Y no, no es una casualidad, es una CAUSAlidad. Eduardo supo por CEN con C que un colegio iba a colaborar con ellos porque una de las alumnas del centro tenía leucemia pero él no sabía que se trataba de Lucía cuyo caso conocía y estaba en contacto con Meri. A su vez a Meri desde el colegio le informaron del proyecto de CEN con C y su intención de colaborar con una causa que apoyara la investigación de la leucemia infantil pero no sabía que iba a ser precisamente para el proyecto que Eduardo estaba poniendo en marcha. Cuando yo contacté con ellos por separado para hablarles del proyecto no sabía que se conocían…así que imaginaros la sorpresa para todos cuando supimos que todos, sin saberlo, estábamos conectados. Y ya si os cuento que Eduardo, Laura (Presidenta de El sueño de Vick) y Marta (autora de Piedras en los bolsillos y couch de acompañamiento oncológico) se conocen y que precisamente esta tarde Laura y Marta han realizado un directo desde Instagram sobre el cáncer infantil…seguro que a estas alturas de la película no sorprende a nadie.

Aprovecho para desearos a todos una FELIZ NAVIDAD llena de AGRADECIMIENTO por “el verdadero bordado de Dios” pues, aunque desde nuestra posición terrenal solo vemos algo confuso y desordenado,

el día que nuestra alma ascienda y lo vea desde el cielo seremos capaces de comprender que, desde el principio, había un plan perfecto para el bordado de nuestra vida.

¡FELIZ NAVIDAD!

EL PODER DE LAS PALABRAS Y DEL COLOR DORADO

Ya desde pequeña, cuando devoraba un libro tras otro, era fan de las palabras para transmitir y despertar emociones y sentimientos. Creo en su fuerza, su valor y su magia por mucho que digan que una imagen vale más que mil palabras…

Especialmente me maravillan las que llevan una historia escrita en sí mismas. Las hay en todos los idiomas y colores pero mis preferidas son las japonesas y hoy, que escribo sobre Laura, me llega, como caída del cielo, la palabra Gaman (我慢) escrita en color dorado que es el color del cáncer infantil.

Gaman significa resistir, seguir luchando a pesar de que todo indique que deberías rendirte y abandonar todo esfuerzo. Pero no lo haces; sigues luchando.

Eso es Gaman y eso, en esencia, es Laura.

Laura resistió la enfermedad de su hija Vicky pintándose una sonrisa en la cara todas las mañanas. Jugó al escondite con su hija de dos años en una habitación de hospital un día sí y otro también. Disfrutándolo. Valorándolo. Engullía, junto con otra madre-compañera-de-hospital, las revistas del corazón para tratar de  burlar lo dramático de su situación. Y aunque todo indicaba “que debía rendirse y abandonar todo esfuerzo”, no lo hizo. No porque “no le quedara otra que estar ahí y darlo todo” como me dijo Marta Brule, madre de Guille afectado de un cáncer-muy-muy-muy-complicado-de-contar y “CAUSAlmente” amiga de Laura, el día que quedé con ella para que me firmara mi ejemplar de su libro Piedras en los bolsillos. Porque como a Marta, a Laura también le quedaba otra.

A ambas les quedaban muchas otras alternativas, muchas otras actitudes,  muchas otras reacciones y acciones que tomar. Y las dos eligieron libremente, pudiendo haber elegido otras muchas, la de “pelearle al de Arriba” cada segundo de la vida de sus hijos Guille y Vicky.

Recojo las palabras que en su día escribí sobre Marta haciéndolas extensivas hoy a Laura y a todas las madres coraje (Meri-mamá-de-Lucía , Ana os pienso en este instante) que cada día tienen la opción de elegir y:

  • Eligen, pudiendo elegir rendirse, luchar.
  • Eligen, pudiendo elegir bajar los brazos, levantar el puño a lo Escarlata O´hara.
  • Eligen, pudiendo sumirse en la tristeza, ofrecerle a sus hij@s la mejor de sus sonrisas.
  • Eligen, pudiendo creer que es imposible, hacerlo posible.
  • Eligen, pudiendo soltar el otro lado de la cuerda, sostenerla y agarrarla fuerte.
  • Eligen, pudiendo elegir estar solas en su lucha, creer en la fuerza de los demás.
  • Eligen, pudiendo elegir confiar solamente en sus pequeños círculos de familiares y amigos, confiar en agrandar el círculo hasta el infinito y más allá.
  • Eligen, pudiendo sacar la peor versión de ellas mismas, convertirse en sus mejores versiones.
  • Eligen, pudiendo asumir una temprana derrota, una lejana VICTORIA.
  • Eligen, pudiendo darle la bienvenida a la muerte, mirarla de frente para luego darle la espalda y transformarla en un libro o en UN SUEÑO.

Y de estas dos últimas elecciones Laura eligió, pudiendo haber elegido no crear la Fundación El SUEÑO de VICKY por miedo a que le pudiera llevar a abrir de nuevo heridas cerradas y al sufrimiento, fundarla para compartir su experiencia vital con el único fin de transmitir al mundo el mensaje de que:

MIENTRAS HAY VIDA, HAY ESPERANZA

UNA ESPERANZA VESTIDA DE INVESTIGACIÓN

POR VICKY Y POR TODOS

PORQUE TODOS SOMOS VICKY

Por eso ayer, tanto Laura como yo, pudimos disfrutar de casi un centenar y medio de “pequeñas Vickys” en forma de niñ@s de siete clases de 5 años del Colegio Malvar en Arganda del Rey que este curso participan en el proyecto CEN con C.

Esta vez el Pirata Garrapata y el Cocodrilo Danilo no estuvieron solos…

La pequeña Vicky viajó hasta allí metida en una maleta de mimbre junto con su madre. Los niños pudieron verla y sentirla en doble formato: primero en formato figurita para acabar transformándose en formato  estrella luminosa, la que más brilla en el cielo ¡cómo no!

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Laura les supo explicar muy bien lo que es el cáncer hablándoles de células buenas y células malas. Les recordó la importancia de ponerse crema para proteger la piel, comer alimentos saludables para aumentar el número de células buenas, hacer deporte para fortalecerlas y no fumar para no destruirlas.

Las ocurrencias no tardaron en escucharse:

”Pues yo a mi abuelo le voy a esconder el vino y el tabaco”.

Y la verdad, según el tono y la seguridad con que lo dijo una rubita muy decidida, sé de un abuelo que se lo va a pasar en grande jugando a la búsqueda del tesoro con su nieta 🙂

No podría terminar esta crónica sobre el día de ayer sin mencionar otra palabra, esta vez no japonesa, que también engloba una historia: MACAEL.

MACAEL significa generosidad a manos llenas.

Marisol, Elena, Loli, Anabel, Cristina (la tata que como Vicky hoy es una estrella más) y Alberto son hermanos y residentes en Arganda del Rey en el mismo recinto familiar. Juntos como una piña pero no revueltos. Cuando la palabra “cáncer” llegó a su familia de manos de Jose, el marido de Anabel, se hicieron más piña si cabe. Mientras Jose se encargaba de matar “células malas” de su cuerpo, su hija Mara junto con sus primas Candela y Elena y sus tías mataban parte de su tiempo haciendo manualidades. Hicieron tantas que decidieron darle salida y su gran generosidad les llevó a organizar en su reciento familiar un mercadillo al que llamaron MACAEL (de MAra, CAndela y ELena). Todo lo recaudado lo donaron a la Fundación Aladina. Disfrutaron tanto, salió todo tan bien que eligieron repetir y volver a repetir hasta que, “como estaba escrito en las estrellas”, Laura llegó a sus vidas y con ella destinar la última recaudación a El sueño de Vicky.

Y ya para acabar la última conexión (o primera según se mire porque todo es relativo en esta vida).

Lorena, profesora de infantil del Colegio Malvar, supo de la existencia de El sueño de Vicky gracias al mercadillo MACAEL. Por eso, cuando apareció la combinación (cáncer + infantil + investigación) en su búsqueda, junto a sus compañeras de ciclo, por encontrar una causa solidaria con la que colaborar con los Cuentos Escritos por los Niños de 3º de infantil, eligió proponerles  la Fundación El sueño de Vicky.

Y así es como conocí a Laura

Podría seguir escribiendo sobre las múltiples CAUSAlidades, conexiones, sincronicidades y pequeños milagros que CEN con C me sigue regalando sin pedirlo y sin buscarlo…

Si El sueño de Vicky en esta experiencia terrenal fue el de regalar vida a niñ@s como ella, doy fe de que ya se ha cumplido con creces; pero es un sueño, tan, tan, tan bonito y tan, tan, tan necesario que merece la pena seguir soñando…

EN UNA PALABRA: “DONACEN”; SEMANA DE DONACIONES EN CEN CON C

El mismo año que falleció mi padre y según se iba acercando la fecha de su cumpleaños, recibí un regalo envuelto en forma de pregunta de una persona clave en mi vida:

“Pregúntate DESDE dónde quieres vivirlo…”

A día de hoy es un regalo que atesoro y al que, con el tiempo, me he ido haciendo adicta. Se resume en lo siguiente:

“DECIDIR vivir fechas, en un principio dolorosas, DESDE sentimientos capaces de transformar ese dolor en dicha y paz interior”.

Con esta nueva mirada hacia “esas fechas”, hace unos días se cumplió el tercer aniversario de la despedida de mi padre y, DECIDÍ vivir esa fecha DESDE la ilusión de encaminar el paseo de las ocho de la tarde hacia un alto de Pozuelo donde se pueden contemplar preciosas puestas de sol.

Al llegar la naturaleza me obsequió con la imagen de la luz del sol traspasando las hojas de un árbol que estaba justo en la cima…

En ese instante sentí que él estaba allí. Es cierto que su cuerpo no está en este mundo pero su alma, su energía, su amor…SU LUZ sigue muy presente en mi vida y quise ver en la luz del sol uno de sus guiños.

CAUSALmente al día siguiente comentando este acontecimiento con una persona de esas que la vida pone en tu camino sin buscarlas, me dijo que existía una palabra japonesa para explicar “el fenómeno natural de la luz que traspasa las hojas de un árbol”. La palabra se escribe Komorebi.

Hoy me siento AGRADECIDA a la vida pues con esta experiencia he ganado un árbol y una nueva palabra. Desde ese día “un árbol” dejó de ser un árbol más, convirtiéndose en “el árbol de mi padre” al que dibujé como yo lo veía:

Ya nunca podré volver a contemplarlo como un árbol cualquiera, de la misma forma que cada vez que, desde ese día,  contemplo la luz del sol filtrándose entre las hojas de los árboles la palabra Komorebi acude a mi mente sin poder evitarlo.

Así, emulando a la cultura japonesa capaz de expresar con una sola palabra un concepto, he decidido crear una palabra para explicar la semana de donaciones en las que hacemos las transferencias a las causas solidarias: DONACEN 🙂

Y es precisamente ESA LUZ la que esta semana se va filtrar en los números de cuenta de las 13 causas solidarias con las que CEN con C ha colaborado este curso escolar.

Cerca de 5.000 euros, exactamente 4.924 euros, se van repartir para que se materialicen en proyectos solidarios de:

  • Fundación Menudos Corazones.

  • Fundación Aladina.

  • Fundación Apascovi.

  • Federación Autismo Madrid.

  • Afas.

  • Apaipa.

  • Fundación Balder (proyecto Togo).

  • Bird life.

  • Makua (proyecto Mozambique).

  • Surestea.

  • Saniclown

  • Apmou.

  • Aspimip.

Porque LA LUZ siempre está ahí. Es posible que las hojas de los árboles a veces impidan que llegue con la nitidez o con la fuerza que nos gustaría, pero sigue estando ahí.

Aprovecho esta última entrada de este curso escolar tan atípico en todos los aspectos para desearos un feliz verano, que lo vivamos todos “como nos dejen” pero decidiendo libremente DESDE qué sentimientos queremos hacerlo y animándoos a todos a vivir la experiencia de transformar “esas fechas” que tanto temor nos suscitan por lo que nos remueven y el dolor que nos causan, en “fechas a agradecer, valorar y celebrar”.

Como dicen los gurús del crecimiento personal:

“Por favor no creáis nada de lo que os diga, simplemente verificadlo por vosotros mismos y….

… ya me CONTARÉIS…porque lo nuestro sigue siendo CONTAR.

¡OS SIGO ESPERANDO!

Dibujo original: www.antsandlove.com

EN LA TORMENTA DEL CONFINAMIENTO HAY QUE SER PALMERAS

No dudo ni por un instante que, durante estas casi seis semanas de confinamiento, son innumerables los vídeos, memes y mensajes que os han ido llegando a vuestros móviles saturando vuestras mentes más que las memorias de vuestros dispositivos…

Como sabéis me gusta creer que en esta vida todo es CAUSAL más que casual…

Ayer aprovechando lo que yo llamo “mi ratito  de meditación”, que no es otra cosa que sentarme, cerrar los ojos y dejar que los pensamientos pasen unos tras otros tomando conciencia de ellos sí, pero sin permitir que me arrastren; vi pasar como un pececito a uno de ellos invitándome a buscar inspiración para escribir una entrada este blog con motivo del Día del Libro…lo vi, tomé conciencia de su existencia pero, en ese instante, lo dejé pasar…ya pensaría sobre eso más tarde…

Al cabo de un par de horas una muy buena amiga me envió un vídeo de 1 minuto y 42 segundos de duración y, tras escucharlo, supe que la inspiración acaba de llegarme en forma de una bellísima reflexión sobre la flexibilidad hecha por Nacha Guevara que copio y comparto a continuación:

“Las palmeras durante los huracanes, durante las tormentas son flexibles… se doooblan, se doblan muchíiiiisimo, parece que ya no van a resistir más y, sin embargo cuando la tormenta pasa se elevan y siguen estando casi intactas. Además, han tenido la inteligencia de abrir sus hojas. No son hojas cerradas, son hojas abiertas para que el viento pueda pasar por medio y les permita resistir más esas tormentas. A las generaciones pasadas nos enseñaron que había que ser como el roble, inflexible, duro, se parte pero no de dobla. Ahora es todo lo contrario, es tiempo de saber ser flexible, de saber fluir con lo que viene. Y ser flexible no quiere decir ser débil. Ser flexible quiere decir ser inteligente y saber adaptarse al momento que la vida nos pone por delante así que, seamos como las palmeras, seamos flexibles en esta y otras tormentas para, después, poder elevarnos y ser personas tan o más hermosas que antes porque, la verdad es que, después de la tormenta una persona puede volver más bella y más fuerte. Recordad, es tiempo de palmeras, tiempo de ser como las palmeras.”

Desde CEN con C, sin saberlo, hemos sido palmeras adaptándonos a esta particular “tormenta del confinamiento” y hoy son muchas las familias que, si bien no van a poder disfrutar todavía de los libros solidarios en su formato físico, sí van a poder verlos junto a sus pequeños autores en formato digital en sus tablets u ordenadores.

Ese todavía es un canto a la ESPERANZA, a la ILUSIÓN de saber que no estamos en un pozo sino en un túnel y que hay LUZ a su final…

¡FELIZ DÍA DEL LIBRO!

¡YA QUEDA MENOS!

 Dibujo original de antsandlove.com

UN AÑO MÁS NUESTRAS PORTADAS SOLIDARIAS “DAN LA CARA”

Una de mis grandes pasiones es CONVERSAR.

Conversar con amigas, con conocidos, con desconocidos, con los que están y con los que ya no están, con mi pareja, conmigo misma y con mis hijos.

Hace unos días mantuve una conversación muy interesante con mi primogénito, el “protagonista” de CEN con C con el que inicié toda esta andanza hace 10 años y que este año cumple ya 20. Estudia Ciencias de la Actividad Física y el Deporte (INEF de toda la vida). Ese día había recibido una clase de “expresión corporal” donde tuvo lugar una interesante reflexión sobre los estereotipos sexuales. Entre otras cosas hablaron de la pesada carga que nuestra sociedad lleva soportando desde hace años con expresiones como: “corres como una niña”, “los hombres no lloran”, “eres una niñata”… Y ambos coincidimos en que, afortunadamente, esa tendencia machista va descendiendo generación tras generación. De hecho me siento afortunada y responsable al mismo tiempo de que la vida me haya regalado la oportunidad de poder educar a mis tres hijos varones para que el día de mañana “no ayuden a su pareja en las tareas del hogar” sino que “colaboren con ella”, para que puedan llorar libremente y compartir sus emociones si se sienten tristes, para que hablen de sentimientos con sus parejas y sus hijos…para que, en definitiva, realicen ese “trabajo emocional” que de un tiempo a esta parte, en general, recae sobre los hombros de las mujeres.

Y no, no me considero ni feminista ni no feminista…hace tiempo que la vida se encarga de mostrarme todo lo que el ser humano se pierde cuando se empeña en “etiquetar” a las personas. Somos nuestra capacidad de AMAR…a nosotros mismos primero practicando nuestro AUTOCUIDADO que dista mucho del egoísmo y por ende a los demás. Porque sí, es cierto, está más que demostrado, no me creáis, verificadlo: NADIE puede ofrecer a los demás lo que no es capaz de ofrecerse a sí mismo. ¿Quieres amar a los demás? ¡Ámate a ti mismo primero!

Y en ese AMOR hacia mi persona y sin caer en etiquetas que me limiten sino todo lo contrario, practicando una apertura de mente y de mirada limpia y sincera, me siento muy orgullosa de ser mujer con todo lo que conlleva serlo.

Por eso me gusta que las portadas de CEN con C “den la cara” el Día de la Mujer Trabajadora.

Es mi particular forma de rendir homenaje a todas las horas invertidas para poder lograrlo, horas robadas principalmente al descanso nocturno pero que tienen su recompensa.

Hoy, 57 portadas dan la cara por tantas y tantas mujeres que, como yo, tratan de romper antiguos roles educativos que encasillen a nuestros hijos para que, poco a poco, el único valor de la diferencia de sexos sea “LA RIQUEZA”.

¡AQUÍ LAS TENÉIS!

¡Feliz domingo 8 de marzo de 2020!

UNA INESPERADA CLOWNCLUSIÓN

Estoy segura de que esta mañana los alumnos de 6º de la Escuela Libre Micael esperaban una actuación muy distinta a la que han podido presenciar por parte de Verónica, Directora de Saniclown. Quizás alguno pensó que, viniendo a clase una Payasa de Hospital, era altamente probable que todos acabásemos llorando de la risa…Lo que nadie esperaba es, en una mañana tan gélida como la de hoy, haber entrado en calor tan rápido gracias a la generosidad y espontaneidad de Verónica.

Lo mágico de Verónica es que es, al mismo tiempo, una mezcla explosiva de pura dulzura y de emoción a flor de piel. Mientras yo les explicaba a los chicos el origen de CEN con C, en algún momento Verónica ha conectado con sus recuerdos de infancia y más concretamente con los de 6º de primaria. Viendo a esa clase repleta de chicos y chicas en un momento tan especial como es la preadolescencia donde somos todos tan vulnerables, el recuerdo de Alejandra, una antigua compañera de clase, ha desencadenado en ella una espiral de pensamientos y emociones que no ha dejado indiferente a ninguno de los que estábamos allí presentes.

Alejandra era una niña diferente. Física y personalmente era totalmente opuesta a Verónica. Si Verónica era un pequeño duendecillo alegre y dicharachero, Alejandra tenía un gran vozarrón, estaba más desarrollada por ser mayor que el resto, sus ojos eran chiquitos y era desordenada, ruidosa y desprolija en toooodo lo que hacía. Al principio Verónica era de las pocas niñas que disfrutaba teniendo a Alejandra cerca de ella pues, con su gran envergadura, se sentía protegida y le incluía en todos sus juegos…Hasta que, poco a poco con el tiempo, a Verónica la presencia de Alejandra comenzó a no hacerle tanta gracia y se alejó de ella como ya habían hecho todos los demás. Fue estando en sexto de primaria cuando, un día, Alejandra no asistió a clase. En una de sus alocadas carreras por la calle cruzó sin mirar y un coche se la llevó por delante. Estuvo tres días ingresada en el hospital donde, al realizarle un escáner cerebral, le descubrieron un enorme tumor cerebral…de ahí sus múltiples despistes y esa forma de ser tan especial. Si Alejandra salía viva de su accidente su vida no iba a dar mucho más de sí. A los tres días de hospitalización Alejandra se fue y Verónica no tuvo la oportunidad de poder pedirle disculpas por no haberle comprendido y que nadie hubiera contribuido a que su vida fuera más feliz…

Ha sido en este instante de la narración cuando Verónica ha decidido compartir con nosotros su tristeza al recordar ese momento de su vida regalándonos sus lágrimas. Siempre he dicho que no creo en las casualidades sino en las CAUSAlidades y no, no es casual sino CAUSAL que yo, con mi casi metro ochenta de estatura emulando la gran envergadura de Alejandra, haya sentido la irrefrenable necesidad de abrazarla hasta que, poco a poco, se ha ido calmando. Esta mañana en esa clase me he sentido un poquito como la mensajera de Alejandra sin dejar de ser yo misma.

Verónica, ya más serena por ese pequeño instante de emoción, nos ha seguido contado que a los diez días del fallecimiento de Alejandra soñó con ella. Aquellos que creemos que “esto” no se acaba aquí, en cualquiera de las “versiones” personales que cada uno quiera o necesite creer, sabemos que “los que se van” siguen estando con nosotros y que cuando los necesitamos regresan “aquí” en forma de señales. Esas señales pueden llegar a través de sueños, de canciones, de mensajeros, de fotografías que se caen al suelo sin motivo aparente, de frases que escuchamos CAUSALmente…A Verónica su particular señal le llegó en forma de sueño donde Alejandra le decía que no se preocupara, que todo estaba bien y que no la habían perdido, que estaría allí siempre que la necesitaran…

Quién sabe si esa vivencia contribuyó a que Verónica un día, mientras estudiaba arte dramático y conociera a un alumno de clown capaz de levantar el ánimo e insuflar vida a todo lo que le rodeaba, decidiera que su misión en esta vida iba a ser la de aliviar el sufrimiento y el dolor de los niños hospitalizados y el de sus familiares encarnando la figura de una Payasa de Hospital, Amandina

Quién sabe si la vivencia de esta mañana contribuirá a que alguno de los alumnos allí presentes algún día conecten con ese momento y les lleve a tomar una decisión vital para ellos en el devenir de sus vidas…

Quién sabe si la vivencia de esta mañana ha contribuido para reforzar la labor sanadora de la niña-Verónica que necesitaba rendir un homenaje a esa otra niña capaz de perdonarla y seguir presente ayudando a que cada niño de sexto cuide de cada compañero por muy diferente que sea.

Sin entrar en si somos o no somos creyentes, me viene a la memoria la frase “Los caminos del Señor son inescrutables” al referirnos a aquello imposible de comprender o de conocer dada su complejidad, profundidad o misterio pero que, indudablemente, SE SIENTE…

Desde esta pequeña ventana que la vida me ofrece para llegar a todos aquellos que tiene la oportunidad de leerme, le mando a Verónica otro gran abrazo por su gran generosidad al compartir con nosotros, sin haberlo planeado, dejándose llevar tan solo por lo que le pedía el corazón en ese momento, una experiencia personal tan triste y a la vez tan bonita.

Esta mañana Amandina ha cedido el protagonismo a Verónica para, en lugar de hacernos llorar de risa, hacernos llorar de emoción.

Verónica ha querido cerrar su visita de sensibilización con una clownclusión en las que últimamente, sin pretenderlo, se está especializando. Una clownclusión atípica por la falta de comicidad pero que ha servido como cierre a la visita de hoy. Porque más allá de ese breve instante de emoción, y sabiendo lo sanador que es comunicarnos, encontrarnos y ser honestos de corazón; les ha recalcado a los niños la importancia de nuestros pequeños gestos diarios, gestos que pueden entristecer o alegrar la vida de las personas que tenemos a nuestro alrededor y que todos pasan por nuestra decisión… ¿Cuáles prefieres alimentar tú?