SILENCIO, SE ESTÁ “RODANDO” LA VIDA

INCLUIR es tan necesario en la vida que existen asociaciones como APAIPA que se lo ponen como objetivo. APAIPA nació en el año 2004 de la necesidad de INCLUIR (que no integrar) a chavales con discapacidad motórica dentro y fuera de los centros educativos.

Charo, Presidenta de Apaipa, me explicaba hace un año que la INCLUSIÓN e integración son términos que en muchas ocasiones se utilizan como conceptos iguales pero no son palabras sinónimas. Ella sigue luchando por sensibilizar a la sociedad. Su hijo Julio, al que hoy lleva en su corazón,  le sigue enviando “señales” para que continúe con la labor que comenzó pensando en él y en otros como él. Y una de esas “señales” me llegó las Navidades pasadas materializada en forma de un libro escrito por Charo: La magia de Julio. Un libro que me leí del tirón y que os animo a todos a haceros con él pues son de esos libros que “te cambian la mirada”.

Copio aquí parte del escrito de su contraportada:

“La vida está llena de casualidades en las cuales no creo…

La magia de Julio es un testimonio escrito desde el alma, desde la emoción de quien ha perdido a su primogénito, una persona sabia de 19 años a quien le tocó vivir una realidad diferente, alguien que nos hizo entender que todo tiene una parte positiva y que debemos seguir hacia adelante pase lo que pase. […]

Porque tener un hijo con discapacidad no es una desgracia, sino una experiencia de vida que nos hace entender y empatizar con los demás, porque nos hace apreciar lo fácil y maravillosa que puede llegar a ser la vida cuando observamos el tesón de personas con distintas capacidades que, granito a granito, han conseguido su meta.

Tener a Julio fue algo especial y mágico. […]

Y precisamente para hablarnos de INCLUSIÓN esta mañana han venido, como ya lo hicieron el año pasado, tres voluntarios de APAIPA: Javi, Andrea y María al CEIP Pinar de San José. El reto era nuevamente inmenso porque se trataba de captar la atención de los más pequeños. Nada más y nada menos que cuatro clases de 5 años que están dispuestas a escribir cuentos para colaborar con ellos pero… ¿a cualquier precio? No, ellos también querían escuchar cuentos.

Con ayuda del pirata Garrapata hemos roto el hielo y el silencio a voz en grito con un: “Garrapata, Garrapata despiertaaaaaaa”, no fuera a ser que el cocodrilo se zampara el único ojo que le quedaba al pobre pirata.

Luego el equipo de voluntarios valiéndose también por unas magníficas marionetas hechas por ellos mismos, han escenificado un cuento donde un pez, un cangrejo, una tortuga y una rana “diferentes” lograban sentirse unidas por lo que les diferenciaba de sus “normales”: una aleta más pequeña, carecer de una pinza, tener la concha abollada o ancas muy cortas. Pronto se dieron cuenta de que la solución a sus problemas era normalizar LA DIFERENCIA con el resto de animales…e invitaron a todos a jugar y a divertirse con ellos.

Y así, entre cuento y cuento nos hemos ido todos contentos.

La próxima semana concluimos nuestras visitas de sensibilización. Más de media docena de visitas que, un año más,  han llenado de magia nuestros corazones como ya lo hizo Julio con la suya.

Estés donde estés Julio, esta entrada va por ti:

“Silencio, se está “rodando” la vida.”

VOLUNTARIADO: EL EGOÍSMO SANO

“No puedes obligar a alguien a comprender un mensaje que no está listo para recibir. Aun así, nunca debemos subestimar el poder de plantar una semilla.”

Isabel, de Acción Alegra, comparte esta idea y por eso esta mañana ha llegado al Colegio Balder decidida a hablarles a los alumnos de 4º de primaria y de 1º de la ESO del voluntariado.

Isabel se recuerda desde siempre haciendo cosas por los demás sintiéndose feliz. Es, a lo que yo llamo, un “egoísmo sano” pues el que ayuda se siente feliz al ayudar y el ayudado también. Es un tipo de egoísmo que solo conoce el que lo practica de corazón y al que no estaría nada mal que todos nos enganchásemos.

Por eso cuando Isabel se enteró hace años que su vecino trabajaba en una Ong que se encargaba de traer a España niños y niñas, la mayoría africanos, para operarse y de que estos niños viajaban sin sus familias…no dudó en ofrecer su tiempo libre para acercarse a los hospitales a hacerles las tardes un poquito más amenas a estos niños. Al cabo de un tiempo uno de los médicos que trataba a estos niños se dio cuenta de que estos niños pasaban más tiempo del esperado en los hospitales y se le ocurrió que, quizás, se recuperarían mejor en el seno de una familia. Isabel no lo pensó dos veces y fue la primera en ofrecerse a acoger a una niña que pasó, en solo dos días, de comer intubada a comer por sí sola y de estar triste y apagada a estar feliz y contenta.

Desde esa primera niña Isabel ha acogido a 12 niños hasta que llegó el número 13: Koffi, que marcaría un antes y un después en sus vidas…

Recupero aquí la entrada del blog que escribí hace un año y que tanto me enganchó cuando la escuché de los labios de Isabel

Koffi llegó con ocho años. Los hijos de Isabel estudiaban en el Colegio Blader que no dudó en abrirle también las puertas. Lo que parecía una acogida provisional como las anteriores se fue alargando en el tiempo por problemas de salud que iban surgiéndole a Koffi. Antes de tomar la decisión de que Koffi regresara a su país natal, Isabel decidió viajar hasta allí para allanarle el camino de vuelta y dejarle preparados ciertos anclajes como referencia. En ese viaje Isabel tomó conciencia de que enviar a Koffi de regreso a su país, con el cuadro médico que presentaba y los escasos medios que allí existían, era condenarle a una muerte segura. Su estancia allí también le hizo tomar conciencia de las necesidades de los niños y niñas africanos. Niños que no estaban escolarizados por falta de escuelas cercanas, porque las familias los necesitaban para trabajar en el campo y los que se podían permitir el lujo de asistir a la escuela tenían que caminar veinte o treinta kilómetros diarios debido a las grandes distancias.

Isabel regresó a España con dos objetivos claros: Koffi se quedaría con su familia en España y además pondría en marcha una iniciativa para construir una escuela que no fuera de paja y madera, más o menos céntrica, para las familias de los alrededores.

El primer objetivo, al depender de ella y de su familia, lo logró fácilmente pero el segundo…ése ya no dependía tan solo de ella. Se reunió con algunos amigos y pidió ayuda a familiares. Todo reducido a círculos muy pequeños… porque así es como comienzan los grandes proyectos. Isabel habló de su proyecto en el Colegio Balder y decidieron hacer una carreta solidaria para recaudar fondos. Con el tiempo, muchas ganas, muchos otros pequeños círculos que llegaban a otros círculos y mucha, mucha, mucha ilusión logró su segundo objetivo. La escuela ya no era un sueño, era una realidad.

Acción Alegra continua activa. Sus miembros, todos voluntarios, dedican gran parte de su tiempo libre a continuar creyendo que se puede ayudar desde aquí a los niños que están allí.

Con el proyecto de CEN con C sumarán otro poquito más para seguir sosteniendo los proyectos que tienen en marcha: una casa de acogida, becas para la escolarización, reconstrucción de escuelas y el mantenimiento de un dispensario.

Isabel, un año más, ha animado a todos los profes allí presentes a viajar en agosto, que además de estar de vacaciones es el mejor mes “climatológicamente” hablando para visitar el continente africano. Y por qué no…quizás alguno de nuestros escritores solidarios acaben practicando el VOLUNTARIADO en algún momento de sus vidas…

Isabel, de momento, ha plantado las semillas para que eso ocurra…

NUESTRA VERDADERA ESENCIA ES…

La ESENCIA de cada uno de nosotros vendría a ser nuestra naturaleza innata, ese aspecto de nuestro ser que transciende nuestra personalidad, en definitiva, nuestro verdadero rostro.

Y la esencia de CEN con C, como les contaba esta mañana a los alumnos de 1º y 2º de primaria del Colegio San José Moreno Nieto que colaboran con Makua, es de la ayudar a los demás.

En esta ocasión, “los demás” son niños y niñas de Nampula en Mozambique que, gracias a la Ong Makua formada por un grupo de voluntarios y amigos de las Hermanas Franciscanas de la Purísima (Murcia), pueden asistir a la Escuela Infantil “Paula de Jesús” siendo un modelo de referencia para otras escuelas.

Alberto ha sido el encargado de contarles a los jóvenes escritores solidarios para qué iban a servir “las moneditas” recogidas por la venta de sus libros solidarios.

No ha desaprovechado la ocasión para agradecerles a nuestros escritores sus ganas de querer ayudar a otros niños con su esfuerzo pues él, como voluntario y sobre todo después de haber viajado hasta allí en varias ocasiones, sabe que cada pequeño gesto cuenta. Pero lo que más cuenta, como ya me han confesado varios de los voluntarios que he ido conociendo a lo largo de toda esta década y que han tenido la oportunidad de viajar a países subdesarrollados, es “todo lo que traes en la maleta” cuando regresas. Porque uno va siempre a esos lugares pensando en lo mucho que va a poder aportar, con ánimo de ayudar “a los que lo necesitan” y de dar a manos llenas. Y a su regreso uno descubre lo mucho que le han aportado sus gentes, que realmente han sido ellos los que le han brindado su ayuda porque “el necesitado” era uno mismo y que más que dar a manos llenas, ha recibido a corazón abierto.

Una vez más la experiencia de vivir CEN con C me confirma que AYUDAR A LOS DEMÁS es AYUDARSE A UNO MISMO.

¿LE PUEDO DAR UN ABRAZO?

Ésta ha sido una de las preguntas que un alumno de 4º de primaria del Colegio Zola ha realizado cuando una docena de miembros de la Fundación Apascovi ha finalizado su obra de teatro debutando hoy, especialmente, para nuestros escritores solidarios.

Ha sido una obra muy divertida en la que tres soldados de guerra eran visitados “un domingo cualquiera” por sus padres y hermanas para hacerles compañía y entretenerles un poco. Los soldados, la verdad, tenían serias dudas sobre por qué estaban allí…Vamos, que por no tener claro no sabían hacia dónde tirar las bombas, si hacia adelante o hacia atrás; disparaban sin mirar no teniendo demasiado claro a cuántos habían matado y, por si acaso, rezaban un padrenuestro por el que se pudieran llevar por delante.

Los padres han resultado ser “de armas tomar”. La madre les ha dejado muy claro lo de “nada de fusiles en la mesa” (igualito que una servidora pero cambiando fusiles por móviles) y que había que lavarse las manos antes de comer las viandas que les habían traído; por su parte el padre ha sido el único que no se ha achantado ante un bombardeo con un “bombitas a mí…”.

Tras el bombardeo ha aparecido el equipo de asistencia sanitaria que se ha ido totalmente frustrado y ofuscado al comprobar que allí no había ni muertos ni heridos y, como no podía ser de otro modo, el final ha resultado de lo más surrealista. Nuestros soldados y los prisioneros de guerra (que han aparecido a mitad de obra) han acabado intercambiándose propuestas para no seguir aburriéndose en una guerra que, estaba claro, “no iba con ellos”.

El mérito de estos actores y actrices es que les ha llevado 4 meses de preparación y que hoy, se han lazando a la piscina en el salón de actos del Colegio Zola con un doble pase y un público de lo más exigente y crítico: el primero para las cinco clases de 4 de primaria y el segundo, eso sí, ya con más “tablas” para otras cinco clases de 6º.

Las preguntas no se han hecho esperar:

¿Cómo os llamáis?

¿Cuántos años tenéis?

¿Sois todos  familia?

Y las respuestas han ido llegando…Cada uno ha dicho su nombre de pila y su edad oscilando entre los 35 la más joven y los 60 años el más veterano que ha recibido una fuerte ovación. Y a la pregunta de si eran familia, han respondido rápidamente que no, pero “como si lo fueran”.

Todos los alumnos desde el primero hasta el último han sabido respetar “los silencios” que se producían fruto de los nervios hasta la llegada de la voz de la apuntadora que también ha sabido darles sus tiempos.

Uno de los actores ha querido compartir con los chicos las tres claves para estar tranquilo antes de un estreno: dormir bien, estar relajado (¡respirar hondo! le apuntaba su compañero) y repasar bien el guion. Este mismo actor, ya cuando estaba a punto de irme, se me ha acercado para ofrecerse a escribir también él su propio cuento y se ha ido de lo más contento cuando le hemos dicho que se pusiera a ello y que estaríamos encantados de valorar su propuesta.

Lo cierto es que es la diversidad nos llena el corazón de dicha, la diferencia nos engrandece y nos enriquece y la inclusión se hace tan necesaria como el aire que respiramos…

41 años lleva Apascovi trabajando para que ningún niño se quede sin atención temprana, para que los niños que lo necesiten puedan ir a colegios adaptados a sus necesidades y que al alcanzar la mayoría de edad puedan aprender un oficio y vivir en pisos compartidos con total dignidad. Una aventura que comenzó con 4 familias en Collado Villalba con 4 niños y que hoy ya cuenta con 250.

Nuestro deseo es que estas diez aulas del Colegio Zola le echen el suficiente “cuento” a sus libros solidarios como para que a ninguna familia le suponga una “guerra” o un conflicto el que su hijo reciba la atención que necesita.

EL CORAZÓN-ESPEJO DE UN PAYASO DE HOSPITAL

Un payaso de hospital tiene un corazón-espejo donde el otro ve su LUZ reflejada en él.

Si dicen que a la tercera va la vencida…¡yo quiero más! Por tercera vez he podido disfrutar de Amandina de Saniclown, una payasa de hospital sin igual. Se ha metido cerca de un centenar de niños y niñas de 2º de primaria del Liceo Sorolla en el bolsillo sin apenas pestañear.

Y no, no ha sido gracias a sus dotes de payasa, ésas las reserva para cuando está en el hospital y tiene que engatusar a una renacuaja de 3 años para que se tome una medicación que logre tranquilizarla antes de ir a quirófano esa mañana…o para abrir ese portal mágico en una habitación chiquita, chiquita que logre transportar a una niña aislada a las cataratas del Niágara abriendo el grifo del lavabo del baño…

Amandina se los ha ganado tocándoles el corazón…o mejor dicho, tocándose su corazón. Ése que lleva cosido en su pecho junto a sus heridas de guerra y que cambia de color. A veces es de color rojo brillante…

…y otras de color plata…

Y si lo observas con atención cuando brilla como la luna, puedes ver tu imagen reflejada en él, pero no una imagen cualquiera, sino la de tu verdadera LUZ, ves todo lo que eres capaz de hacer, todo lo que eres capaz de dar y, lo más importante…todo lo que eres de capaz de AMAR, empezando por ti mism@.

Leticia, profe de estos pequeños escritores y reincidente en esto de CEN con C, ha salido como voluntaria para reflejarse en él…

A todos nos ha quedado bien claro que el corazón de un payaso o de una payasa de hospital es tan auténtico que, como dice el poeta Steve Jaquerz, no solo es capaz de generar luz propia, sino que, además, gracias a su nobleza es capaz de alumbrar el corazón de los demás.

Y con toooooda la luz que había hoy en nuestros corazones nos hemos despedido cantándole a María Jesús, otra profe reincidente en CEN con C, un “cumpleaños feliz” que estamos seguros de que no olvidará.

SI NO TE GUSTA LO QUE VES, DALE LA VUELTA

¿Cuántas veces te levantas por las mañanas en tu cama sabiendo que tu familia ha dormido también en la suya y no solo no lo agradeces sino que tampoco le das valor en “ese momento”…?

¿Cuántos días, estando sanos nosotros y nuestra familia, damos gracias por ello?

Sólo el día que amanecemos en la cama de un hospital, ya sea como pacientes o acompañando a un ser querido, valoramos la SALUD como se merece.

Ésta es la reflexión que les hemos lanzado a los alumnos de 5º de primaria del CEIP Pinar Prados de la mano de Ishtar, directora de la Fundación Aladina, con quien me siento unida en lo profesional y en lo personal después de tantos años colaborando con su causa.

Y es que…es tan fácil caer en la queja…Incluso en las circunstancias más adversas, como tener un hijo con cáncer, es el modo en que vemos o reaccionamos a esta experiencias lo que crea problemas en nuestra vida. ¿Eso quiere decir que al ACEPTAR lo que está ocurriendo nos tenga que gustar o que las circunstancias vayan a cambiar? No. Pero la aceptación es el primer paso para huir de la queja que nos empequeñece, nos quita energía y nos empobrece…En cambio, si desde donde nos encontramos somos capaz de valorar lo que tenemos, desarrollaremos la capacidad de sobreponernos antes a lo que estamos viviendo y a estar abiertos a disfrutar de nuevas experiencias.

A la pregunta directa de: “¿Todos los niños que tienen cáncer se curan?”

Ishtar les contestaba que 2 de cada 10 niños diagnosticados de cáncer no eran capaces de superarlo. O lo que es lo mismo si le DAMOS LA VUELTA, 8 de cada 10 niños diagnosticados de cáncer se curan. Porque en esta vida todo tiene siempre una doble lectura: la de la queja y la de la valoración.

Yendo incluso más allá, después de una década en la que la vida me ha regalado la oportunidad de conocer a madres y padres cuyos hijos son uno de esos 2 niños que no superaron la enfermedad, me he tenido que quitar el sombrero ante ellos al ver cómo de “semejante desgracia o tragedia en sus vidas” han sido capaces de DARLE LA VUELTA transformándola en “un acto de generosidad y altruismo” ¿Cómo? Gracias a haber sido capaces de quitarle a su pérdida el envoltorio de dolor y tristeza para descubrir en su interior la LUZ que llevaba dentro.

Desde esta pequeña ventana donde me asomo a las vidas de tantas personas que nos siguen, es mi deseo enviar a todos los que en este momento estén pasando por un momento adverso en sus vidas el mensaje de que a todo se le puede DAR LA VUELTA…Solo hay que reunir el valor suficiente para coger la sartén por el mango, voltear las circunstancias en el aire y VERLES el otro lado mientras, de corazón, agradecemos el hecho de poder hacerlo.

ENTRE CICATRICES ANDA EL JUEGO

Sin lugar a dudas la anécdota que más cala entre todos los escritores solidarios grandes y pequeños a los que conozco año tras año, es la historia de la cicatriz del brazo de mi hijo Marcos. Ésa que se hizo con ocho añitos cuando, al salir del comedor del colegio, atravesó literalmente la puerta corredera de cristal que estaba sin señalizar. ¿Para qué contentarse con un simple chichón pudiéndola atravesar…? Menos mal que todo se quedó en un susto. “Sólo” hubo que coserle el brazo librándose incluso de una rehabilitación pues no le tocó hueso ni nervio.

Así es él: intenso, arrollador, optimista y entusiasta.

Y de cicatrices también les ha hablado hoy Verónica de Saniclow envuelta un poquito en Amandina, su segunda piel como payasa de hospital. Les ha contado a los niños y niñas de la clase de 5 años del CEIP Pablo Sarasate el cuento de “El abuelo aventurero”. Un abuelo un tanto “cuentista” que inventaba historias sobre sus cicatrices para sorprender a su nieto Pablo y a sus amigos. Lo que el escritor de este cuento ignoraba es que, a veces, la realidad supera a la ficción…y si no, a las pruebas me remito…

Verónica ha escogido este cuento para que los pequeños escritores conectaran con las posibles secuelas de estar hospitalizados tras una grave operación y, en un lenguaje adaptado a su edad, les ha hablado también de las cicatrices del corazón, ésas que muchos padres y madres llevan para siempre en el alma cuando saben que el único mundo que van a poder conocer sus hijos es el que se reduce a las cuatro paredes de una habitación de hospital. Por eso, decía Amandina, los payasos de hospital no pueden dejar de existir.

Estos peques, además, han podido demostrarnos su solidaridad ayudando al pirata Garrapata a superar su miedo a los cocodrilos. A la de tres gritaban con todas sus fuerzas al ver llegar al cocodrilo: “¡Garrapataaaa, Garrapataaa, despieeerrrtaaaa!”

¡Qué importante poder despertar a tiempo! Y nunca es tarde para poder hacerlo. La mayoría de las personas vamos dormidos por el mundo sin ningún tipo de control sobre nuestras vidas. Es la vida la que acaba pasando por nosotros en lugar de nosotros por ella. Tomar conciencia de nuestra realidad es fundamental para poder cambiar lo que no nos gusta de ella. Decía el abogado Stepehen Dolley:

“El que quiere hacer algo conseguirá el medio, el que no, una excusa”.

Así de sencillo. Por eso no dudo que el encuentro de Saniclown con Cristina, la profesora de estos peques, cuya pasión (además de la enseñanza) gira en torno al mundo de la dramatización, le lleve a conseguir los medios necesarios para conectar de nuevo con esa actriz/payasa/performance que lleva dentro…De momento ella ha sido el vínculo de unión entre sus peques y Saniclow, de ahí a ponerse la nariz de payasa para poder vivir su sueño le queda tan solo un paso…

¡Ánimo Cristina!

LA PERSEVERANCIA TIENE SU RECOMPENSA

A las puertas de los exámenes de este mes de noviembre, escucho quejas por casa sobre la cantidad de temario que entra en algunas de las asignaturas. Sin pensarlo, me viene a la cabeza una frase que llevaba siempre dentro de mi estuche y que me acompañó durante toda mi etapa de BUP, COU y Universidad y decido compartirla con mis hijos adolescentes…aún a riesgo de tener que escuchar alguna queja más:

“La perseverancia no es una carrera de larga distancia, consiste en muchas carreras cortas sucesivas”.

Y al rato, antes de irme a dormir, el mayor me dio las buenas noches con un:

“¡Gracias mamá! Tu frase me ha funcionado durante toda la tarde. Me he planificado el contenido en “carreras cortas sucesivas” y ahora lo veo más asumible.”

Pues bien, para “perseverantes” Gabriel, o Gabi.

Nos conocimos en el curso 2012-13, en la segunda edición de CEN con C, cuando comencé a navegar sola como asociación. Él estaba de profe en el CEIP Los Ángeles y no dudó en participar con sus niños (o sus ángeles como solía llamarles). Su prólogo, lo recuerdo bien, me tocó el corazón:

[…]Ellos son expertos en imaginar y en saborear las situaciones de la vida de un modo “divino”. Para ellos las cosas son como son, y carecen de todo sentido doloso o vergonzoso. Son las sensibilidades, sueños y esperanzas que ellos y ellas ven de modo natural, altruista y generoso. […]

Y desde esa primera vez, año tras año hemos ido mantenido el contacto a través del devenir de CEN con C transmitiéndome siempre su deseo de volver a participar. Siete años han tenido que pasar. Siete años perseverando. Siete carreras cortas sucesivas para realizar la carrera de larga distancia, que le llevará a línea de meta el día que presentemos el libro escrito por los alumnos de 2º de primaria del CEIP Blas Otero junto a su compañera Tati para ayudar a Aspimip.

Y para hablar de Aspimip hemos contado con la presencia de Cristina y Pilar y tres voluntarios: José Antonio, Alba y Berta. Para no estar acostumbrados a hablar en público, han tenido mucho mérito. Primero al compartir sus nervios con nosotros y en segundo lugar por la estupenda presentación en power point que habían preparado y que tan bien nos han expuesto. Si bien Aspimip es la asociación para la integración de personas con diversidad funcional, se distingue por la inclusión social de personas con discapacidad intelectual.

Al término de la visita de sensibilización, a la que también han asistido Mª José (encantadora Jefa de Estudios) y Diana y Raquel (madres del Ampa del centro a las que agradecemos todas las “vueltas” que se han comprometido a dar para que el proyecto de CEN con C llegue al mayor número de familias), nos hemos quedado sorprendidos al ver la cantidad de niños y niñas que levantaban la mano para compartir con nosotros lo mucho que ayudaban a sus abuelos, bisabuelos, tíos, madres y padres (como el caso de Frida que su padre necesita silla de ruedas para hacer su vida) cuando éstos tenían alguna discapacidad tanto física como intelectual.

Siempre digo que “el que ayuda a los demás se ayuda a sí mismo”. No me creáis. Verificadlo por vosotros mismos.

NUESTRA MENTE, NUESTRO MUNDO PARTICULAR

Todos vivimos en nuestra mente sin excepción. La realidad es la misma para todos, es neutra y dependerá de lo que nosotros pensemos sobre ella, para sentir y actuar de una manera o de otra.

Es decir, aunque todos vivimos en el “mismo mundo” (planeta Tierra), todos tenemos en nuestra mente nuestro “mundo particular” que es el que realmente sentimos como real. Y esa visión particular dependerá de nuestras programaciones mentales que a su vez provienen de nuestras creencias y convicciones. Dicho esto y sabiendo que nosotros controlamos nuestra mente, cambiando nuestros pensamientos podremos cambiar nuestra realidad.

Pero ¿es tan sencillo como parece? Pues no, no lo es pero tampoco es imposible. Todo dependerá de la capacidad que tengamos para cuestionar las cosas y cuestionarnos a nosotros mismos.

Por ejemplo, creer que una persona con autismo vive en un mundo distinto al nuestro es una creencia limitante. Si cuestionamos su veracidad, llegaremos a la conclusión de que todos, como ya he dicho antes, vivimos en nuestro “mundo particular”. El tener o no un Trastorno del Espectro Autista (TEA) determinará ése mundo, pero también lo hará el tener o no una baja autoestima o el tener o no falta de empatía o de generosidad…

Este mensaje es el que esta mañana hemos tratado de transmitirles a 9 aulas de infantil y primaria de entre 5 y 7 años del Colegio Malvar en Arganda del Rey. Todo un reto que nos ha subido la energía al ver la estupenda respuesta de estos más de dos centenares de “peques” frente a los estímulos que les íbamos mostrando: el cuento de CEN con C, el cuento del elefante Helmet contado con pictogramas, los problemas del pirata Garrapata con el cocodrilo, descifrar unos pictos para entender a José Miguel y Antonio de Surestea y ordenar otros para construir una frase con sentido…

Todos, sin excepción, han disfrutado de nuestra visita de sensibilización y nosotros con ellos. Todos, sin excepción, se han comprometido a escribir unos cuentos con corazón para ayudar a Surestea a continuar con su gran labor, la de trabajar por la inclusión y defensa de los derechos de las personas con TEA normalizando “sus mundos” y haciéndoles más visibles…porque hay tantos mundos como mentes y tantas mentes como personas… a ver quién es el primero en admitir que no vive en “su mundo” a pesar de vivir en el mismo mundo que los demás…

CIENCIA CON MUCHO CORAZÓN

Humanizar los hospitales es uno de los objetivos de Menudos Corazones.

Afortunadamente, poco a poco, la ciencia se está humanizando. Hoy cuando se trata de sanar el cuerpo son muchas las personas que creen en trabajar al mismo tiempo en sanar la mente, el espíritu y lo emocional porque no hay que olvidar que todo en esta vida es susceptible de ser somatizado.

Un ejemplo de ello es el miedo a las agujas. María, presidenta de la Fundación Menudos Corazones, les contaba esta mañana a los alumnos de 6º de primaria del CEIP San José Obrero  en nuestra visita de sensibilización, cómo las personas que se ven sometidas a pinchazos continuos desarrollan una hipersensibilidad hacia ellos mayor que el resto. ¿Por qué? Pues porque la mente visualiza esos pinchazos como una agresión y cuando tan solo “cree” que le van a pinchar, se pone a la defensiva notando mucho más el dolor que otras.

El poder de la mente es brutal y lo triste es que la mayoría del tiempo no somos conscientes de ello. El poder de la mente nos permite combatir el miedo si somos capaces de dirigir nuestros pensamientos hacia un lugar seguro o neutro evitando que éste acampe a sus anchas paralizándonos o anulándonos.

Por ejemplo, como contaba María, cuando un niño sabe que le van a pinchar pone el foco de atención en una técnica tan sencilla como la de ir contando mentalmente hacia atrás de 3 en 3 comenzando por el 100: 100, 97, 94, 91…y ¡zas! ¡ya le han pinchado sin enterarse! Esta técnica y muchas otras vienen explicadas en un cuadernillo publicado por Menudos Corazones. María les contaba a los alumnos de 6º que la recaudación de la venta de sus libros solidarios contribuirá a la publicación de otros libros creados por niños con cardiopatías congénitas para ayudar a otros a afrontar mejor vivencias similares a las suyas.

También les contaba cómo los avances de las nuevas tecnologías permiten hacer casi, casi ciencia ficción. Un ejemplo de ello son las impresiones 3D. Todos nos hemos quedado sin habla cuando nos contaba cómo con una ecografía de un corazón, la fotocopiadora 3D es capaz de reproducir incluso lo que el ojo humano no es capaz de ver; creando un corazón exacto al que va a ser operado. Esto les permite a los médicos operar sabiendo de antemano lo que se van a encontrar reduciendo así el tiempo y el riesgo de la operación y dando una mayor garantía de éxito del resultado final.

La verdad es que aunque lleve una década colaborando con Menudos Corazones acompañando a María año tras año en sus visitas de sensibilización a los colegios, nunca, nunca deja de sorprenderme. Siempre hay un nuevo avance, una nueva técnica… Es una verdad irrefutable que el mundo de la ciencia es maravilloso pero solo si se le pone corazón la victoria será completa.

La próxima semana tenemos por delante otras tres visitas más de sensibilización, mientras tanto toca abrigarse que parece que el frío ha llegado para quedarse.

¡Buen fin de semana!