ENTRE ABRAZOS Y MARIONETAS ANDA EL JUEGO

Con la mañana tan gélida de hoy el abrazo a Vero, Directora de Saniclown, de más de 5 segundos que, está ya científicamente estudiado, eleva nuestros niveles de oxitocina (la hormona del amor, el pegamento social o la hormona de los vínculos) nos ha venido genial a las dos para ir calentando motores antes de entrar en las aulas de los alumnos de 5 años del colegio Liceo Sorolla C.

Además hay que recordar que los abrazos confortan, sanan y hacen la vida más feliz. Ayudan a que nos enfermemos menos y a que sanemos más rápido. Fortalecen nuestro sistema inmunológico y mejoran el funcionamiento de nuestro corazón. Son un pequeño prodigio químico que enriquece nuestra vida a los que no hay por qué renunciar. En mi caso, con la pandemia, he descubierto una ventaja más de ser alta: abrazos-seguros. ¡Mi cara y la de la persona abrazada quedan a una distancia “más que de seguridad”! …Ni qué decir tiene cuando es “mi pierna” la que recibe un abrazo-espontáneo de un peque de 5 años así, sin esperarlo…ese día ya tengo “hormona del amor” para tooooda la jornada 🙂

Y luego… ¡al lío!

Vero me lo decía esta mañana al despedirnos:

“Mira que he visto veces la actuación del pirata Garrapata, pero siempre estoy expectante cuando llega el momento en que interviene el cocodrilo y se desata la locura máxima de gritos entre los peques”

Y de verdad os digo que no, que no tiene precio ver sus caritas cuando están tratando de avisar a Garrapata de que el cocodrilo anda suelto y el pirata no lo ve. Hoy me partía de risa con la cara de una niña de pelo rizado, con gafitas y enfurruñada al máximo cuando Garrapata les decía que dejaran de gastarle bromas porque por allí no había ningún cocodrilo…”

Y ya, si han disfrutado con la representación clásica de nuestras marionetas…Vero ha rizado el rizo con sus marionetas tamaño XXL: la enfermera Raquel y una niña de hospital que les han contado a los niños la labor de Saniclow.

Y es que estar en el hospital es un rollo, un aburrimiento…¡menos mal que hay Payasos de Hospital capaces de crear portales mágicos que trasladan a los peques lejos de su realidad sin salir de la habitación!

Por mi trabajo he tenido la suerte de conocer a peques que han estado viviendo literalmente en un hospital. Ellos y sus padres claro. Y todos los progenitores coinciden en lo mismo: lo importante que es la risa en esos momentos. Porque si los abrazos elevan la hormona del amor, la risa nos alarga la vida. Y aunque no siempre esa extensión resulta suficiente, el momento vivido, la risa y la magia compartida queda en los corazones de los peques, de sus padres y cómo no, de los Payasos de Hospital.

Gracias Vero por vuestra estupenda labor y gracias al Colegio Liceo Sorolla por brindarles a estos pequeños la oportunidad de poder colaborar con ella con sus cuentos solidarios.

Mañana más…

HOY NOS HEMOS LLEVADO “LA PALMA”

¡Hoy el pirata Garrapata y el cocodrilo Danilo se han llevado “la palma”!

Y no solo porque han sido capaces de meterse en el bolsillo a un centenar de niñ@s de 5 años del Colegio Malvar de Arganda del Rey reunidos en el comedor del colegio por eso de los “espacios abiertos con mayor ventilación”…si no porque la causa solidaria elegida por las profes y sus peques ha sido LA PALMA.

Lo tuvieron claro desde el principio. No les costó nada empatizar con las familias que habían perdido sus hogares y sentían que “tenían que hacer algo”. Así que nos pusimos manos a la obra y comenzamos a buscar asociaciones de apoyo a La Palma que pudieran venir al colegio a realizar la visita de sensibilización…pero no hubo suerte. Había mucha información pero ninguna asociación creada única y exclusivamente para esta causa. Lo hablé con las profes y “na”, ellas “erre que erre”…que algo se nos ocurriría…

¿Nuestra solución? Pedirle al pirata Garrapata que se fuera en barco hasta La Palma para poder contarles después a los niños cómo andaban las cosas por allí. Y eso hizo. Se enroló un buen día y esta mañana se ha acercado al colegio a contarles a los niños que hace falta muuuucha ayuda para que muchas familias puedan volver a tener un hogar, un lugar donde volver a empezar después de haber perdido toda una vida material. La parte buena de toda esta historia es que las familias permanecen, la gran mayoría, más unidas que nunca y que gestos, acciones como las de estos peques junto a sus profes les recuerda que “no están solas en esto”.

Tampoco nuestro pirata Garrapata ha estado solo esta mañana. El cocodrilo Danilo, que tanta energía despierta en los peques cuando aparece en escena, también ha querido estar presente haciendo una vez más las delicias de estos pequeños escritores.

Y así, dando “palmas de alegría” por lo bien que ha ido todo, nos despedimos hasta la próxima semana donde nos esperan más profes, más niños y más causas solidarias.

SOLO QUEDA LO QUE DAMOS

Tras las Fiestas Navideñas nos hemos quedado con ganas “más” y por eso, como decía ayer una peque de 4 años del CEIP Federico García Lorca, hemos empezado el año con “ángeles como los del Belén”. Pero, los nuestros, algo más modernos porque son Ángeles Urbanos.

Ayer tuvimos que adaptarnos a las circunstancias y prescindir de Sara Cánovas, Directora de la Asociación Ángeles Urbanos. Y no, no fue por estar confinada…que parece que hoy en día no hay más contratiempos que el coronavirus…si no por “una mala pata” que le impidió desplazarse hasta el colegio.

Así que nuestro Pirata Garrapata y el Cocodrilo Danilo fueron los encargados de conectar con la imaginación de las clases de 4 y 5 años poniendo, una vez más, en evidencia que “un trozo de tela animado” posee más magia que cualquier dispositivo electrónico.

También las clases de 4º de primaria demostraron que “una buena historia” es capaz de mantenerles en vilo con la boca abierta hasta el final. Escucharon con tanta atención El Cuento de los Cuentos Escritos por Niños con las “aventuras y desventuras accidentadas de mi primogénito Marcos, protagonista del inicio de la Asociación CEN con C” que la gran mayoría quiso compartir también su particular aventura accidentada: “pues a mí un día, pues yo una vez…”

Pero no solo las buenas historias enganchan, y si no que se lo digan a Sara

Antes de ser la Directora de la Asociación Ángeles Urbanos fue Directora de Inversiones en una empresa aseguradora española de renombre. Era, como me contaba por teléfono, una época donde “veía a los de abajo desde muy arriba…pero desde muy, muy, muy arriba”. Fue una amiga la que le abrió las puertas a una realidad muy diferente a la suya cuando le pidió ropa usada para donar a personas necesitadas. Primero fue ropa, luego la compra de unas medicinas que la persona en cuestión no podía pagar, más tarde echar una mano los fines de semana distribuyendo alimentos básicos a familias en régimen de exclusión social y por último, Sara, cambió su forma de “invertir su tiempo” despidiéndose de su trabajo y volcándose en el Centro Ocupacional que en su día fundó Mª Ángeles Ramos Merino.

Mª Ángeles Ramos es una mujer que ha dedicado toda su vida profesional a la enseñanza en un centro de educación especial mientras daba clases de apoyo extraescolar de forma voluntaria a familias que no podían pagar la rehabilitación que sus hijos necesitaban.

De ahí a emprender su camino en solitario con la herencia recibida de su padre y todo lo que tenía ahorrado para crear la primera casa ocupacional para personas con discapacidad, hubo poco que dudar. Como valoración a toda su trayectoria de Acción Social, el Ayuntamiento de Madrid le cedió un local constituyéndose como Asociación el grupo Ángeles Urbanos para continuar desarrollando su proyecto global de formación continuada a personas con discapacidad que ya llevaba en marcha seis años.

Durante varias décadas, Ángeles Ramos colaboró de manera directa con los comedores de la Madre Teresa de Calcuta que fue, sin duda alguna, su mayor fuente de inspiración dejándole como legado el lema de la Asociación:

“Solo queda lo que damos”

Y el legado de despedida con Teresa de Calcuta:

“Ángeles, da lo que tengas, haz lo que puedas y después, grita al cielo si necesitas algo para tus pequeños y el cielo te pondrá ángeles de carne y hueso que te den lo necesario”.

Está claro que la voz de Ángeles todavía es escuchada desde el cielo porque este curso el cielo le ha puesto a más de un centenar de ángeles de carne y hueso. Ángeles de 4, 5 y 9 años del CEIP Federico García Lorca que, con sus cuentos, colaboran con esta preciosa causa solidaria que tanto “engancha” a quienes la viven de cerca.

Aprovecho para facilitar el nº de cuenta de la Asociación pues este año con la pandemia les está costando mucho cumplir con sus objetivos mínimos y cualquier tipo de ayuda, por pequeña que sea, será bien recibida:

ASOCIACIÓN ÁNGELES URBANOS

ES49 2100 9194 1222 0039 6366

DESDE CEN CON C OS DESEAMOS UNA NAVIDADES “REDONDAS”

Si algo me gusta de CEN con C son las conexiones mágicas que me regala sin pedirlas, sin esperarlas.

La última me llegó hace un mes a través de las redes sociales. Se llama Teresa (@teresamusanga).

Teresa vivió una infancia tan, tan, tan feliz que le hizo crecer pensando que la vida era un camino de rosas sin espinas. Hasta que un día las rosas, la vida, no solo le mostraron que estaba equivocada ensenándole sus espinas si no que le hirieron en su parte más vulnerable: su corazón. Fruto de esos pinchazos conoció el dolor pero sobretodo se conoció a sí misma, y hoy es un alma generosa tan consciente de la suerte que tuvo al crecer rodeada de tanto amor, que no concibe la vida sin devolver parte de ese amor en forma de “lo que surja”…

Y lo que surgió primeramente fue conversación CAUSAl a través de las redes sociales que nos llevó a una conversación telefónica, donde nos dimos cuenta enseguida que las dos vibrábamos en niveles similares de energía. No hay palabras suficientes para describir la dicha que se siente cuando no es necesario traducir tu alma porque quien te está escuchando habla tu mismo lenguaje. Es un regalo, un auténtico regalo.

Y si hablamos de regalos, estas Navidades es mi deseo felicitaros con el nuevo logotipo de CEN con C tuneado a lo navideño que Teresa, de forma totalmente desinteresada, ha creado con su arte para colaborar con nuestra asociación.

Os deseo:

Un 2022 “tan redondo” como nuestro proyecto y nuevo logotipo que os permita conectar con el origen de la vida

Un 2022 que os permita “cerrar círculos” con el fin de ir sanando vuestras heridas

Un 2022 que os conecte con vuestro “niño interior” para que podáis escucharlo y abrazarlo como se merece y por último

Un 2022 lleno de cuentos, de historias, de relatos de todos los géneros sin despreciar ninguno porque al igual que una rosa necesita tener espinas; los personajes de un cuento necesitan reír y llorar, amar y sufrir…vivir y morir

¡¡FELICES FIESTAS DE CORAZÓN!!

GOTAS UNICEF: OJALÁ QUE LLUEVA EMPATÍA EN LAS GRANDES CIUDADES

Ojalá que llueva café en el campo y empatía y solidaridad en las grandes ciudades…

A punto como estamos de acabar el primer trimestre del curso, antes de las ansiadas vacaciones de Navidad los alumnos de 1º y 2º de primaria del Colegio Maristas de Salamanca recibieron ayer vía on line la visita de Mireya, colaboradora de Unicef, que supo captar la atención de los pequeños para contarles a quién iban a ayudar con la creación de sus cuentos.

Sí, al igual que sabemos que “cada gota cuenta” para que exista el océano, también sabemos que “cada cuento cuenta” para que exista un libro solidario que consiga ayudar a los demás.

En este caso nuestros escritores solidarios van a poder colaborar con el proyecto GOTAS UNICEF para que, algo tan sencillo y a lo que no damos importancia en nuestro día a día como es abrir el grifo y que salga agua, sea también una realidad en zonas donde el agua es tratada como se merece, es decir, como portadora de VIDA.

Los pequeños aprendieron que una bomba manual de agua o un kit compuesto por 10 pastillas de jabón y un cubo para recoger agua, son regalos muuuucho más preciados que los que puedan aparecer debajo del árbol de Navidad en cualquier casa del primer mundo.

Y digo yo…¿¿Primer mundo??

Si la expresión primer mundo hace referencia a aquellos países que han logrado un muy alto grado en el índice de desarrollo humano porque disfrutan de los más altos estándares de vida posibles, gracias a una buena sanidad, esperanza de vida y calidad de los servicios PERO para conseguir estos beneficios son los países que más contaminan y más daño ocasionan al planeta donde todos vivimos…¿no hay algo que está fallando en el concepto “alto grado en el índice de desarrollo humano” que todos deberíamos cuestionarnos…?

Ojalá que proyectos como éste vayan calando gota a gota en el interior de estos pequeños para que sus semillas crezcan con otro concepto distinto al actual en lo referente a  “ser un país desarrollado”.

Sí, ojalá que llueva café en el campo y empatía y solidaridad en las grandes ciudades…

UNA PROPUESTA DIFERENTE PARA UNA CAUSA DIFERENTE

Creo que una de las cosas que más ILUSIÓN me hace de CEN con C es retomar el contacto con profesores que, tras cambiar de centro educativo, vuelven a contactar conmigo porque quieren repetir “la-experiencia-CEN-con-C”  en el nuevo centro al que han llegado…

Éste es el caso de “Jose”.

Participó hace cinco ediciones con sus alumnos de 3º de primaria en un colegio de Arroyomolinos con un libro titulado Cuentos de misterio. Se ve que el género de intriga le va pues, en la conversación que mantuvimos por teléfono, me habló de “una propuesta diferente” que tenía en mente poner en marcha si yo estaba de acuerdo.

Me comentó que una alumna de sexto del CEIP Santo Ángel de la Guarda en Chapinería, que devoraba libros y escribía “como si no hubiera un mañana”, tenía la ilusión de ver sus cuentos publicados como “autora en solitario”. El guante estaba echado y…se lo recogí sin apenas dudarlo. ¡De acuerdo! Tendría su propio libro siempre y cuando fuera vinculado a la causa solidaria del libro de cuentos escrito entre toda la clase y, como reto añadido, tendría que crear su propia campaña de marketing para recaudar fondos para la causa solidaria.

Así, esta mañana me he llevado una doble sorpresa:

La primera, el aterrizar en un pueblo precioso camino de “los pantanos” donde, a pesar del frío, lucía un sol radiante y el paisaje, así como los escritos en las paredes del colegio, invitaban a sonreír…

La segunda sorpresa ha sido enterarme de que otra niña MÁS se había animado también a debutar en solitario para colaborar con la causa solidaria que l@s propi@s chic@s habían escogido: Grupo AMÁS. El motivo, su cercanía. Uno de sus compañeros al que quieren y aceptan “con sus diferencias” (¿y quién no las tiene?) conoce de primera mano la labor que realizan desde AMÁS, de la cual él y sus familiares se benefician directamente.

Para contarles un poco mejor a estos escritores solidarios qué es el Grupo AMÁS, se han desplazado hasta allí cuatro miembros del equipo de Servicios de Apoyos a la Infancia y Adolescencia (STEIA).

Paula, Alba, Patricia y Esther han sido las encargadas de, mediante medios audiovisuales y el juego (¡cómo no!), explicarles a los alumnos de sexto qué implican palabras como: inclusión, diversidad, necesidades especiales, aprendizaje diferente y, sobre todo, desmentir alguno de los mitos sobre ellas. ¡Incluso hemos aprendido cómo se dice “jugar” con el signo de manos!

Una vez más nos hemos dado cuenta de lo diferentes que somos todos y lo enriquecedoras que son precisamente esas diferencias. ¡Qué aburrido sería si todos fuéramos clones, si todos vistiéramos igual, pensáramos igual, reaccionáramos igual, sintiéramos igual…!

Y son precisamente esas diferencias las que nos hacen mirar hacia dentro de nosotros y CRECER.

Lo importante es aprender a no ver límites sino rutas alternativas.

Porque las personas que tienen alguna discapacidad intelectual son personas “con las que y de las que” podemos aprender mucho: como que para ser feliz se necesita muy poco, que no todos somos iguales y que hay que aceptar las diferencias, y entender que un simple grano de arena para una persona puede ser una gran piedra para otra…tenga o no discapacidad.

Por ejemplo, creer que una persona con discapacidad vive en un mundo distinto al nuestro es una creencia limitante. Si cuestionamos su veracidad, llegaremos a la conclusión de que todos vivimos en nuestro “mundo particular”. El tener o no una discapacidad intelectual o física determinará ése mundo, de acuerdo, pero también lo hará el tener o no una baja autoestima o el tener o no falta de empatía o de generosidad…

He de decir que l@s chic@s han estado muy atentos y receptivos a lo largo de la visita a pesar de que les hemos dejado sin parte recreo, pero la ocasión merecía la pena y desde aquí les agradecemos su actitud tan positiva y entusiasta tanto con el proyecto de CEN con C como con su causa solidaria.

LO QUE “CUENTA” UNA GOTA

Una gota en el océano es “solo” eso…una gota en el océano…

Pero…

…“cuenta” nuestra gota que ese “solo”, que comenzó con un viaje de Marta a la India a un lugar “donde-nadie-quería-ir”, HOY es una asociación benéfica con casi diez años de andadura entre el río Hugli y las vías del tren. Y fue precisamente ahí, en ese lugar “donde-nadie-quería-ir”, “donde-Marta-quiso-quedarse”.

Nuestra gota nos cuenta que Marta se enamoró de esas familias a las que el tren les ponía en marcha cada vez que pasaba, para continuar con sus rutinas diarias una vez se había ido. Que Marta se enganchó a la felicidad de, al principio, hacerse entender solo con gestos para, con el tiempo, dominar el idioma que hoy le une a esta comunidad. Esta gota cuenta que jugar es de por sí un “idioma internacional” y que fueron muchos los niños que quisieron jugar con Marta. Del juego al aprendizaje hay solo un paso por lo que Marta, cuenta nuestra gota, decidió dar un paso más…Y…

…como una gota que cae en el agua y va creando pequeñas ondas a su alrededor hasta convertirse en grandes círculos, Marta pidió ayuda económica a su círculo más próximo expandiéndose éste, sin esperarlo, a una distancia inimaginable…

Comenzaron con una campaña navideña de quince días con el objetivo de comprar “solo” algo de material escolar para algunos niños. La respuesta fue tan buena que no solo lograron comprar material escolar para 150 niños, si no que les dio para hacer una pequeña fiesta, comprar 400 mantas que los voluntarios se encargaron de repartir y el resto destinarlo a otros proyectos…

Cuenta nuestra gota que, hace tres años con apoyo económico de esas “ondas expansivas”, Marta consiguió construir una escuela. Eran tantos los niños que querían beneficiarse de poder estudiar que se les pidió a los padres que se comprometieran a llevarles a la escuela una vez hubieran recibido el material escolar.

Algunos de los jóvenes han llegado a ir incluso a la Universidad y lo llamativo es que han vuelto a su comunidad porque para ellos, lo importante, es estar juntos. Llamativo también o chocante es verles con móviles de última generación en las manos viviendo “como siempre”, en ese lugar “donde-nadie-quería-ir” porque para lo que nosotros “en nuestro mundo” es importante, para ellos no lo es tanto…

Esta mañana era Sofía, amiga de Marta y profesora de la Escuela Libre Micael, quien les contaba a los alumnos de 6º y 1º de la ESO la historia de Marta y su “gota en el océano”. Sofía también ha querido transmitirles su agradecimiento pues, a raíz de desempolvar algunas de las fotografías de archivo de cuando ella estuvo allí como voluntaria; le han entrado unas ganas enoooormes de volver y ya está soñando con regresar el próximo año para el décimo aniversario de la asociación Gocce nell´oceano Onlus.

También les explicaba a los futuros escritores solidarios que, con el dinero recaudado de la venta de sus libros, iban a poder contribuir con el Taller de costura que este año han puesto en marcha.

Si el océano se forma gota a gota, si un traje se hace puntada a puntada; est@s chic@s, estoy segura, escribirán sus cuentos palabra a palabra…porque en CEN con C, como en la vida, cada gota, cada puntada y cada palabra “cuenta” 🙂

IMAGINE

IMAGINE

Y no, no estoy haciendo referencia a la canción de John Lennon.

Me refiero al ejercicio de imaginación que Aurora Rustarazo, psicóloga de la Asociación Española Síndrome de Prader Willi, nos pide que hagamos en un reportaje escrito por Pedro Simón que acabo de “zamparme”  y que os invito a degustar si “os pica el gusanillo”:

“Imagina tener hambre todo el día a todas horas, siempre, comas lo que comas, imagina ese estrés. Imagina que eres incapaz de vomitar. Imagina que tienes un retraso mental. Imagina que tienes ataques de rabia porque manejas muy mal la frustración. Imagina que tienes el umbral del dolor altísimo y por eso puedes tener quemaduras de cuarto grado y no sentir nada cuando te hacen las curas. No sé si te lo imaginas…”.

La enfermedad rara del Síndrome de Prader Willi (SPW) es conocida también como “la enfermedad de los 1.000 síntomas o 1.000 diferencias” porque no existe ningún sistema biológico de la persona que la padezca que quede sin dañar.

Para diferencia, la que ayer viernes pusieron de manifiesto l@s alumn@s  de 3º, 4º y 5º de primaria del CEIP Ana María Matute (que escribirán cuentos para colaborar con el SPW) entre Aurora y una servidora…”el punto y la I”.

-¡Ala! ¡Qué alta eres!

-¿Cuánto mides?

Son comentarios a los que estoy más que acostumbrada cuando entro por la puerta de la clase de un colegio. Ya me lo decía mi abuela granaína: “Ere ma larga que un día sin pan”. Y es que “lo diferente” llama la atención, es así. De modo que cuando les digo que, en mi casa, yo soy la más bajita…no dan crédito. No es a lo que están acostumbrados y claro… cuesta imaginar…

Así que ayer les activamos la imaginación tooodo lo que pudimos para practicar eso de “la empatía:ponte-en-mi-lugar-por-un-día”

Estuvo “chupadito” y lo disfrutamos mucho a pesar del “atracón” de sesiones que nos dimos debido al tiempo que vivimos. Antes de la pandemia con un par de sesiones en esos “fantásticos” salones de actos donde se juntaban los alumn@s hubiera sido suficiente. ¡Qué tiempos aquellos…! En su lugar lo que tuvimos fue un auténtico maratón de sesiones con un cuadrante espectacularmente diseñado por Carolina, una eficiente y entusiasta Jefa de Estudios, donde repetimos una decena de veces el mismo ejercicio con una última sesión on-line, pues una de las clases estaba confinada.

Aurora les pidió que describieran una fiesta de cumpleaños. Todas las clases coincidieron prácticamente en lo mismo:

    • Juegos divertidos

    • Regalos sorpresa

    • Pizza, sándwiches, chuches, golosinas y…

    • ¡TARTA de cumpleaños!

A continuación les pidió que imaginaran por un momento que en esa fiesta:

    • No iban a poder jugar porque sus músculos no estaban preparados para correr y saltar

    • No iban a poder tener regalos sorpresa porque su cerebro rechazaba el factor sorpresa

    • No iban a poder comer ni pizza, ni sándwiches, ni chuches, ni golosinas ni…¡TARTA de cumpleaños! porque el “paradigma de seguridad alimentaria” que les dice qué, cuánto y cuándo van a comer les desaconseja totalmente este tipo de alimentos para evitar acumular peso

Y ahora decidme:

¿CÓMO OS SENTIRÍAIS?

Todos, sin excepción, llegaron a la misma conclusión:

“Mal, muy mal, fatal, muy enfadados y rabiosos”

Aurora les explicó que así de “mal y fatal” se sentían las personas con SPW tooodos los días de su vida al no poder comer todo lo que su cuerpo les pedía o no poder hacer todo lo que a ellos les gustaría…Y no precisamente por falta de ganas, porque ellos, aparte de querer comer comida también quieren “comerse el mundo a mordiscos” y tener amigos, y disfrutar con lo que hacen y ser felices…pero no siempre es fácil cuando, como dice Aurora en el reportaje “el mundo entero es un caos para alguien con este síndrome” y ¡cómo no! para sus familiares, su principal puntal en sus vidas haciendo especial referencia a las madres:

“Son madres, sobre todo madres, que inmolan su vida por estos hijos. Que se sienten culpables si algún día sonríen, madres que se han tirado una hora y media para dar un biberón en vano (los bebés no succionan). Madres que, cuando al cabo de seis meses o más, oyen llorar a su hijo por primera vez, lloran ellas también… Porque esta historia empieza mal desde el principio, ¿sabéis? Con un silencio muy extraño: son niños que no lloran al nacer”.

Como desde CEN con C no hay nada que nos guste más que “un cuento o una historia” y si, como cuenta Aurora, la historia de las personas con SPW empieza mal; nosotros vamos a hacer todo lo posible para que acabe bien y poder escribir un increíble “final feliz”.

¿Y qué final más feliz que poder construir un lugar donde las personas que padezcan esta enfermedad puedan vivir de manera independiente e inclusiva acompañadas y ayudadas por profesionales…?

El fin es que puedan ser autónomas dentro de sus características específicas y convivir con otras personas, que tengan acceso a actividades que les enriquezcan desde el punto de vista personal y social. En definitiva, brindarles una opción que les permita tener una buena calidad de vida y ser felices.

Pues bien, este final feliz, hoy, tiene nombre: La Residencia Mil Diferencias está en camino de ser una realidad para dar respuesta a “la pregunta del millón” de estos padres y madres:

-¿Qué será de mi hij@ cuando nosotros no estemos?

-¿A dónde irá mi hij@ que mejor esté, a dónde…?

Para ello necesitan mucha ayuda, tanto económica como de red social, y apoyos.

Afortunadamente si algo les quedó claro ayer a l@s alumn@s del CEIP Ana María Matute es que todos somos diferentes, que todos (sin excepción) tenemos dificultad en algo y que, igual que nos gusta que nos ayuden también tenemos la responsabilidad de ayudar a los demás entendamos su situación…o no

Y aunque, como les contaba Aurora a los alumn@s, las personas con SPW parecen tener “súper poderes” a los ojos de los demás con su memoria prodigiosa, su gran capacidad para reconocer formas o comunicarse con los animales; a mí me gustaría que esta historia no fuera ni de “súper poderes” ni  de “súper héroes ni heroínas” en forma de padres y madres…Prefiero imaginar un mundo donde todos seamos conscientes de que “ser humano es súper” en toooda su amplia gama de diferencias.

Y ahora sí, ahora sí estoy preparada para darle al play y que suene IMAGINE mientras en mi mente regresan las palabras de Aurora leídas en el reportaje de Pedro Simón:

“Cada día que se amplía el conocimiento sobre cómo funciona su cerebro y las enormes dificultades a las que se enfrentan, se muestran como personas más admirables, dando un ejemplo de superación y deseo de amar y ser amado por los demás, que de ser compartido, harían del mundo un lugar mejor

Imagine no possessions

I wonder if you can

No need for greed or hunger

A brotherhood of man

Imagine all the people

Sharing all the world

You may say I’m a dreamer

But I’m not the only one

I hope someday you’ll join us

And the world will live as one

LUCÍA, “Aquella que lleva la LUZ”

LUZ es la palabra con la que me sale empezar la primera entrada del blog de esta nueva edición de CEN con C, AYUDAR (nos) AYUDA.

Alguna vez me han llamado “cazadora de sueños” pero, de un tiempo a esta parte me he especializado en cazar “luces” ya sea en forma de amaneceres, atardeceres, filtrándose a través de los árboles o…colándose por las ventanas…

Como el halo de LUZ que esta mañana, de manera CAUSAL, se colaba por una de las ventanas de la sala multiusos del CEIP Pinar Prados mientras Meri, la mamá de Lucía, les explicaba a los alumnos de 5º de Primaria “la historia de Lucía” cuyo nombre, de origen latino “lux”, significa “Aquella que lleva la LUZ”…

La historia de Lucía comenzó con un “poco-sospechoso-de-lo-que-estaba-por-llegar” chichón en la cabeza. De ahí a la palabra leucemia infantil fue un visto y no visto y, además, con pandemia incluida. Si la vida estaba poniendo a prueba a Lucía y a todos los que la querían, no lo estaba pintando nada fácil así que, para combatir, Lucía decidió utilizar su mejor y mayor arma defensiva: su sonrisa y su LUZ

Y HOY, tras año y medio de lucha en el hospital, de quimioterapia, de inmunoterapia, de trasplante de médula y de tantas y tantas cosas que solo los que pasan por una experiencia parecida saben; HOY un pequeño halo de LUZ enfocaba la fotografía de Lucía que Meri sostenía en sus manos mientras contaba, entre otras muchas cosas:

– cómo era Lucía, Luci …o mejor dicho, cómo ES pues HOY sigue siendo y sigue dando LUZ y energía suficiente como para que sus padres, con su despedida tan reciente, hayan decidido hablar en nombre de la Fundación Cris contra el cáncer, la causa solidaria con la que colabora el colegio;

– lo importante que es la investigación para no tener que escuchar nunca más un “no-existe-tratamiento-para-tu-ser-querido”;

– y el valor de convertirse en donantes de sangre y de médula para salvar vidas.

De ahí nos hemos ido al CEIP San José Obrero donde también escriben cuentos este año los alumnos de 5º de primaria a favor de la misma Fundación. A pesar de ser unos veteranos en lo de escribir cuentos, pues participaron en 2º de primaria y en tercero de infantil, han demostrado que una cosa es escribir una historia y otra cosa es perder la oportunidad de “contar tu propia historia en directo”. HOY, tras escuchar “la historia de Lucía”, tooooodos tenían algo que contar desde su particular “pues a mí…pues yo”; muchos han sido los que han querido compartir sus experiencias con nosotros y a falta de “halo de LUZ”, he de decir que, el nombre de la niña que sin duda se ha ganado el “Óscar-a-la-que-más-se-ha-hecho-notar”…como no podía ser de otra de forma era…Lucía 🙂

Sí, AYUDAR (nos) AYUDA

Meri nos ha ayudado en la visita de sensibilización de esta mañana regalándonos su testimonio desde una generosidad infinita y, esta experiencia, me decía, le ha ayudado a ella a sentir a Luci HOY mucho más presente si cabe…

Los niños de 5º escribirán cuentos para ayudar a seguir investigando sobre el cáncer infantil y, esta experiencia, les ayudará a ellos a crecer en valores acercándose a lo que TODOS estamos destinados a ser en esta vida: “la mejor versión de nosotros mismos”. Lucía, Luci, me consta que llegó a serlo… ¿Y NOSOTROS? ¿Nos vamos a conformar con una versión mediocre…? Desde el lema de CEN con C “merece la pena intentarlo” os animamos a todos a ser “esa mejor versión”!!

Lucía, Luci

¡Gracias por BRILLAR en todas y cada una de tus versiones y dimensiones!

NUESTRA RECOMPENSA: UN CÓCTEL DE SABIDURÍA

“Hagas lo que hagas, hazlo bien pues somos lo que hacemos día a día.

Y… ¿dónde está nuestra recompensa?

En el esfuerzo y no en el resultado.

Saber que nuestro esfuerzo ha sido total durante todo el proceso es una victoria completa.

La excelencia no es un acto concreto, sino un hábito.”

Abraham Lincoln, Aristóteles y Mahatma Gandhi

Repartir 5.281 euros entre 9 causas solidarias es un acto concreto que, como acabamos de leer, no refleja “la excelencia” de CEN con C. Lo que convierte a CEN con C en un proyecto “excelente” es el hábito adquirido por TODOS SUS PARTICIPANTES de hacer siempre las cosas lo mejor posible a lo largo de todo el proceso.

Nuestra recompensa se encuentra en el esfuerzo total que hemos ido desarrollando entre todos día a día en:

    • las reuniones de principio de curso donde algunos profes decidieron liarse la manta a la cabeza y colaborar,

    • “las persecuciones” de niñ@s y familias por parte de los profes y las de profes por parte de CEN con C para tener listo todo el material a tiempo,

    • la coordinación de visitas de sensibilización a los centros educativos con protocolo COVID incluido,

    • la maquetación de borradores, supervisión de los mismos, envío a imprenta y reparto de libros de regalo y encargos,

    • y, por último, la donación del dinero recaudado a las nueve causas solidarias elegidas este curso.

Y…hasta aquí puedo leer…

Todos nos hemos ganado un merecido descanso por todo lo pasado y hay que aprovecharlo para recargar pilas de cara al futuro PERO teniendo muy presente que…

¡SOLO TENEMOS

EL PRESENTE!